Alexandre Bóveda: “Quise hacer bien, trabajé por Pontevedra, por Galicia y por la República”

Foto: Wikipedia// Placa en A Caeira, donde fusilaron a Bóveda

En el año 1942 y en Buenos Aires, la Irmandade Galega que impulsaba Castelao y que sustituiría al Partido Galeguista, declaró el 17 de Agosto Día da Galiza Mártir. Se escogió como homenaje para el político galeguista Alexandre Bóveda, asesinado en esa fecha del año 1936 en la Caeira(Poio) y convertido en mártir por la defensa de la libertad y de sus ideales.

Alexandre Bóveda Iglesias, ( Ourense, 1903 – Pontevedra 1936) , fue uno de los intelectuales galleguistas más relevantes de la Segunda República española en Galicia, llegando a ser el motor del Partido Galeguista según palabras del propio Castelao.

Desde muy niño se dedicó al estudio del francés y de la contabilidad. Estudió peritaje mercantil en la Escuela de Comercio de A Coruña por libre, al mismo tiempo que impartía clases a los más jóvenes en un colegio de Ourense. Asiduo lector de la Revista Nós pronto comenzó a escribir en La Zarpa de Basilio Álvarez. Fue en las hojas de este periódico donde se dio a conocer como un gran comunicador.

Luego participó en unas oposiciones en Madrid a una de las diez plazas de jefe de Hacienda del estado consiguiendo el número uno en 1924. Por este motivo José Calvo Sotelo le ofrece un puesto en su Comité de Intervención de Cambios; sin embargo Alexandre rechazó la oferta y volvió a Galicia para trabajar en la delegación de hacienda de Ourense. Tras aprobar otras oposiciones marchó a Pontevedra a ocupar el puesto de Jefe de Contabilidad con tan sólo 23 años. Pronto tomó contacto con la tertulia que presidían Castelao y Losada Diéguez en el Café Méndez Núñez y se vio envuelto en las actividades de los dos galeguistas.

Bóveda en Vigo en 1935

Mi patria natural es Galicia. La amo fervorosamente, jamás la traicionaría, aunque me concediesen siglos de vida. La adoro más allá de mi propia muerte. Si entiende el tribunal que por este amor entrañable debe serme aplicada la pena de muerte, la recibiré como un sacrificio más por ella.

Ambos los dos lo introdujeron en la política y en otros campos, como la Coral Polifónica de Pontevedra, donde conoció a Amalia Álvarez Gallego (hija de Xerardo Álvarez Limeses), con la que casó el 20 de octubre de 1930 en el Monasteiro de San Xoán de Poio y con la que tuvo cinco hijos.

En 1930 se convierte en el primer director de la Caja de Ahorros Provincial de Pontevedra. En 1928 y 1929 había recibido un fondo de la Diputación de Pontevedra para viajar a Barcelona y Guipúscoa para estudiar el funcionamiento de las Cajas de Ahorros.

En 1932 participó en la asamblea pro-estatuto que se celebró en Santiago de Compostela y resultó elegido miembro de la comisión redactora. Tuvo un papel muy activo en la redacción del estatuto y en la Asamblea de municipios que se creó para debatirlo.

En 1933 fue elegido miembro del Comité de la Autonomía presidido por Bibiano Fernández Osorio Tafall, mientras que Enrique Rajoy, (abuelo de Mariano Rajoy) amigo íntimo de Bóveda, era el secretario del dicho comité. El 20 de octubre de 1934 se publicó una orden ministerial imponiéndole un destino administrativo forzoso en la delegación de hacienda de Cádiz. Retornó en el octubre del año 1935 a Galicia al obtener una plaza en la delegación de hacienda de Vigo.

Foto: Foto©Porgaliciabaixo// Acto de celebración do Dia da Galiza Mártir diante da estatua de Bóveda, en Pontevedra na Praza de Curros Enríquez

Xosé Sesto, tras la muerte de Bóveda, se apresuró a colocar la bandera gallega bajo su chaqueta.

En 1936 participó en la campaña electoral, a la que acude como candidato de la Frente Popular por la provincia de Ourense mientras tomaba posesión de un cargo en la delegación de hacienda de Pontevedra.

Tras el Alzamiento Nacional fue detenido el 20 de julio de 1936, junto con el diputado socialista Amando Guiance, y es acusado de traición y condenado a muerte en un juicio celebrado el 13 de agosto de ese incluso año. La sentencia se ejecutó el 17 de agosto en A Caeira (Poio). En la madrugada antes de su fusilamiento escribió varias cartas, la última de ellas decía así:

Madrugada de 1.936

Querido Vitín:
No sé sí hice bien o mal en procurar que me ayudaras con provecho. En cualquiera caso fue con deseo de tu bien.
Yo muero tranquilo; confío en que seré recibido donde todos queremos juntarnos y lo hago con alegría y confiando en Dios este sacrificio. Quise hacer bien, trabajé por Pontevedra, por Galicia y por la República y el confundido xuicio de los hombres (que yo perdono y todos debéis perdonar) me condena.
Sé ahora más hombre que jamás porque es cuando más lo precisas, por nuestros viejos y por los niños, de quien, sin que pudiéramos esperarlo, vas a ser un poco padre.
Confórtalos a todos y procura ser siempre bueno. No te arrepientas de cuanto bien tengas hecho y puedas aún hacer.
Vitinciño: A los papás, a Vera, a Carlos, a Cesar, a todos, mis abrazos.
Pira ti, hermanito bueno, el más grande que puedas recibir de Alexandre.
P.S. / Rezar por mí que yo os recordaré siempre y (si puedo, como espero) intercederé por vosotros. -a las 5 y 1/4

En el juicio, manifestó su deseo de ser enterrado bajo la bandera gallega con estas palabras:

“Mi patria natural es Galicia. La amo fervorosamente, jamás la traicionaría, aunque me concediesen siglos de vida. La adoro más allá de mi propia muerte. Si entiende el tribunal que por este amor entrañable debe serme aplicada la pena de muerte, la recibiré como un sacrificio más por ella.
Hice cuanto pude por Galicia y haría más si pudiera. Si no puedo hasta me gustaría morir por mi patria. Bajo su bandera deseo ser enterrado, si el tribunal juzga que debo serlo.”
Xosé Sesto, tras la muerte de Bóveda, se apresuró a colocar la bandera gallega bajo su chaqueta.

Está enterrado en el cementerio de San Mauro en Pontevedra.