Foto. Hurna de plata donde se cree que reposan los restos de Santiago el Mayor, en la Catedral de Santiago de Compostela/ Wikipedia/
Pasaron los siglos en tierras paganas, y el cristianismo quedó relegado y con él, la tumba del apóstol escondida en los densos bosques que lo rodeaban.
En los tiempos del obispo Teodomiro fueron vistas luces en el bosque. El propio obispo fue a comprobarlo personalmente y en el lugar del que parecía manar toda esta luminosidad, halló una construcción que en su interior tenía una tumba; inmediatamente se le comunicó al Rey Alfonso “El Casto”; que se trasladó a Galicia celebrándolo lleno de gozo y haciendo de Compostela sede episcopal; avisando además a Carlo Magno y al Papa León III.
El Papa promulgó una bula que tuvo gran efecto propagandístico sobre el descubrimiento de Santiago, siendo el rey francés el primer peregrino. Seguramente en una época de luchas en España entre moros y cristianos, el rumor de que apareciera la tumba de Santiago Apóstol reforzaría la moral de los cristianos frente a los musulmanes.
Existe una leyenda curiosa sobre la cabeza de Santiago, que parece ser no fue enterrada con su cuerpo (siempre según la leyenda). Mauricio Burdín obispo de Coimbra, arzobispo de Braga y hasta Papa –Gregorio VIII –, localizó la cabeza del apóstol enterrada con otras reliquias en una ermita cerca de Jerusalén. Xelmirez mantenía una gran rivalidad con el obispo Mauricio, y por lo tanto existía también gran rivalidad entre las diócesis de Braga y Compostela; así que cuando Xelmírez se enteró de la noticia no paró hasta conseguir la cabeza. Ya anteriormente había “requisado-robado” otras reliquias de Braga, para hacer más fuerte y prestigiosa su diócesis.
Foto: Martirio de Santiago /Wikipedia/ Alberto Durero
Debido a las guerras que había en España en aquellos momentos producto de la muerte de Alfonso VI,; por seguridad de la reliquia Mauricio la deja depositada en San Zoilo de Carrión, apropiándosela en una visita de Doña Urraca, amiga de Xelmírez, a quien terminó entregándosela; certificando de esta manera en aquella época la autenticidad del sepulcro de Santiago.
Sobre esta teoría hay controversia, porque cuando se habla del traslado del cuerpo de Santiago a Compostela, se habla de un cuerpo completo con cabeza incluida, como también dice la leyenda del degollamiento donde su cabeza quedó sustentada por sus propios brazos.
En el libro de Santiago se asegura que el cuerpo enterrado está entero; así que la cabeza que trajo el obispo Mauricio se cree que se corresponde con el de Santiago “El Menor”, y se encuentra depositada en el interior de la catedral en un relicario con forma de cabeza del siglo XIV.