Santiago según la tradición fue trasladado por Atanasio y Teodoro desde Palestina a Iría Flavia, bordeando el Mediterráneo y posteriormente el Océano Atlántico.
Así es como llegan a Padrón, negocian con la Reina Lupa y siguen con los bueyes hasta el bosque de Libradón; que era como primitivamente se llamaba Compostela.
*Sobre este término existen varias discusiones, la más popular es que se refiere e “campo de estrellas”, otra dice que viene de “Compositum Tellus” que puede significar “ Terra composta e fermosa” o de “compositum” enterrado, pudiendo significar en esta segunda acepción “cementerio”.
Volviendo a Santiago; el apóstol fue enterrado en este bosque, sobre él se levantó un pequeño mausoleo con espacio para otros dos sepulcros; se supone que los de Atanasio y Teodoro.
Se cree que el lugar estaba cerca de un castro, de una necrópolis y de un cruce de caminos de calzadas romanas; todo esto en un gran bosque frondoso, lo que hacía que fuera un lugar místico lleno de leyendas y temido por los habitantes de la Galicia de entonces.
Será siglos después cuando el lugar sea descubierto por un tal Paio, confirmado así por el obispo Teodomiro.
Sobre la cripta original se construyó una iglesia, y poco a poco, la ciudad de Compostela alrededor, siendo la población más importante de Galicia durante siglos, y convirtiéndose además en Ciudad Santa y foco espiritual de occidente;sobre todo, a partir del del año 1119 en el que el Papa Calixto II proclamó e instituyó el Año Santo Compostelano o Jubileo, que conllevaba indulgencias para los peregrinos.
