Foucellas, guerrillero y mito popular

Foto: Wikipedia// Nemigo // Mauser de Foucellas modelo 1910 e calibre 7, no Museo Militar da Coruña.

(Texto traducido de galego a castellano por Porgaliciabaixo)

Mito popular, un ‘ Foucellas’ era un bandido, un antifascista o alguien a quien se podía atribuir cualquier ilegalidad cometida en el régimen.

Benigno Andrade García, Foucellas, nace el 22 de octubre de 1908 en la parroquia de Cabrui, ayuntamiento de Mesía. Asiste a la escuela primaria, anque luego tiene que ganarse la vida como jornalero y en una lechería. Posteriormente va a trabajar para el Bierzo, a las minas de carbón de Fabero en Ponferrada, donde probablemente toma los primeros contactos con el sindicalismo de clase.
De vuelta para Curtis en 1934, casa con María Pérez, con la que tiene una hija y un hijo. María trabaja para el doctor Manuel Calvelo y su mujer Isabel Ríos, pareja que impulsa una célula comunista apoyada por el Foucellas.

El levantamiento franquista en Galicia lleva a Benigno Andrade a luchar en defensa de la República. Se une a una columna que va para a A Coruña con el fin de organizar la defensa del gobierno legítimo, pero no llegan a su destino, avisados en el camino de la supuesta inutilidad de su destacamento cuando el poder ya estaría en las manos de los fascistas. A La vuelta habla con los las gentes del campo e intenta convencerlos para que se unan a la resistencia.

Durante los años de la guerra, se estima que Foucellas no abandonó su comarca, viviendo en la clandestinidad bajo la protección de amigos y familiares. Entre ellos destaca su hermana, que trabajaba en un cuartel de La Guardia Civil, hecho que presumiblemente permitía al guerrillero obtener información fundamental. Por estas fechas es fusilado el doctor Calvelo, mientras que Isabel Ríos es condeada la cadena perpetua, detonantes que afianzan los valores antifranquistas del Foucellas.

Foucellas va al monte, convencido de la nobleza de la causa republicana y huyendo de las represalias que se avecinaban con la ascensión del fascismo, ya que tenía relaciones con la célula comunista y también había participado en expropiaciones de armas y dinamita a personas de extrema derecha, por orden del alcalde republicano de Curtis. Es en el ’41 cuando la Guardia Civil constata la actividad del Foucellas en el monte, al frente de una partida de guerrilleros.

Con su propio arma, es herido en 1945. Los amigos lo llevan al sanatorio de San Nicolás, en A Coruña, donde es operado y resguardado. Es por esta época cuando se cuenta que iba a Riazor a ver al Deportivo vestido de cura para evitar sospechas. De hecho, era uno de los ‘fuxidos’ (huidos) más buscados de la guerrilla gallega, tanto por su actividad como por su simbolismo. ‘ Foucellas’ era sinónimo de bandolero y las acciones que practicaba la resistencia o cualquier huido eran atribuidas sistemáticamente al de Mesía.

Benigno Andrade forma parte del Exército Guerrilleiro de Galicia. En 1947 parte para Pontevedra, donde es el principal combatiente de la V Agrupación. Cuando abandona esta zona, la V Agrupación decae y Foucellas llega a la IV Agrupación como militante de base. Aun así, el carácter político del Foucellas no es equiparable al de Gaioso o Seoane. No es el clásico activista formado. Benigno Andrade suma experiencias vitales que lo llevan a creer en la justicia de los valores de izquierda, es testigo de la represión indiscriminada y se sitúa del lado de los que sufren. Además, tiene que huir y entra en contacto con otros guerrilleros, lo que afirma su posición antifascista.

Eso sí, es un combatiente hábil, escurridizo y astuto, rasgos necesarios para sobrevivir en el monte a las persecuciones y resistir. Su precaución evita que sea localizado durante mucho tiempo, en unos tiempos en que aumentaba el número de infiltrados en la resistencia. En 1949, su ingenio lo salva de una emboscada de La Guarda Civil en que muere tiroteado el jefe de destacamento Riqueche.

El 9 de marzo de 1952 es la fecha de la caída. Foucellas, ya herido, es sorprendido por La Guardia Civil a 200 metros de su cueva-campamento en la Costa, en Rodeiro, Oza dos Ríos. En la detención resulta muerto un agente de la guarda civil y otro herido. El guerrillero recibe seis impactos de bala en las extremidades, lo que demuestra el interés de las fuerzas franquistas por detenerlo vivo. Un balazo le rompe un hueso de una pierna. La herida es removida y sacudida por las manos de los guardias civiles para aumentar su dolor. Las torturas continúan durante los interrogatorios.

Se enfrenta a un consejo de guerra el 26 de junio, en el que reclama que se le haga justicia, una justicia diferente a la de la farsa militar que lo sentenciaba a muerte. El 7 de agosto de 1952, el garrote vil acaba con la vida de Benigno Andrade García, Foucellas.

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Fuente: Vieiros

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