La Federación de Guerrillas de Galicia-León fue una organización guerrillera antifranquista, con carácter pluripartidista, aunque con predominio de socialistas leoneses y asturianos, que agrupó a guerrilleros anarquistas, comunistas y socialistas que operó en la inmediata posguerra española.
A pesar de que grupos de guerrilleros antifranquistas operaban en la zona desde la caída de la frente norte en 1937, la Federación de Guerrillas de León-Galicia no se creó hasta el 17 de julio de 1942 con grupos de León, Ourense y Lugo, mediante una reunión nos montes de Ferradillo (Montes Aquilanos), cerca de Ponferrada, que fijó como objetivos canalizar la lucha contra el franquismo, no hacer proselitismo de partido dentro de la guerrilla, mantener la democracia interna pero con obediencia a los superiores, y buscar el apoyo de la población. Se eligió un comité director presidido por el socialista Marcelino Fernández Villanueva, con el cenetista Marcelino de la Parra y el socialista César Ríos como ayudantes. El objetivo de la Federación no era derribar el franquismo mediante la lucha armada, sino mantener viva la llama de la resistencia hasta que se produjera la intervención de las potencias aliadas que todos daban por segura.
El objetivo de la Federación no era derribar el franquismo mediante la lucha armada, sino mantener viva la llama de la resistencia hasta que se produjera la intervención de las potencias aliadas que todos daban por segura.
En abril de 1943 editaron el primer número de El Guerrillero, órgano de expresión de la Federación, impreso clandestinamente en Santalla (Asturias).
Hasta 1944 la Federación de Guerrillas de León-Galicia se mantuvo aislada de los partidos y sindicatos antifranquistas, tanto del interior como del exterior, creando su propia línea política. Se dio la paradoja de que los principales dirigentes eran socialistas, a pesar de que el PSOE cómo tal no apoyaba la lucha guerrillera.
La Federación actuaba en el oeste de León (El Bierzo, Laciana, Cabrera, Maragatería), norte de Zamora (Sanabria), este de Ourense (Viana do Bolo, A Pobra de Trives, O Barco de Valdeorras) y sureste de Lugo (A Fonsagrada, Becerreá y Quiroga).
Desvinculados de los partidos y sin ayuda externa, los guerrilleros vivían de lo que les daban sus enlaces y, sobre todo, de los golpes económicos, ejecutados siempre contra personas afines al régimen franquista, y cuyo resultado se destinaba normalmente a la compra de armamento en el mercado negro de Portugal. La guerrilla también daba charlas políticas entrando como por sorpresa en las aldeas, y hacía abundantes sabotajes contra los vehículos de línea y el tendido eléctrico.
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Fuente Texto: Wikipedia