Transformación del Santa María en Santa Liberdade; el primer secuestro político de la Historia de un barco

Hasta John Fitgerald Kennedy llegó este caso, y aunque pudiéramos pensar por la época en la que se enmarca que el secuestro podía haber sido perpetrado por cubanos, rusos o cualquier ciudadano de los países del telón de acero de la época; lo cierto es que este primer secuestro político de un barco fue protagonizado y capitaneado por los gallegos Xosé Velo, su hijo Víctor y el marino Jorge Fernández “Soutomaior” por parte de Galicia, y por otro lado los portugueses Humberto Delgado y Enrique Galvao. Veinticuatro personas participaron en este acto, todos pertenecientes a la organización conocida como DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico de Lieración); una organización armada compuesta, sobre todo, por españoles y portugueses exiliados, fundado en 1959, y que luchaban contra las dictaduras franquistas y salazaristas.

Las cabezas principales y secretarios generales de esta organización eran el ourensán Xosé Velo Mosquera y el portugués Humberto Delgado; destacando también el gallego José Fernández Vázquez, conocido con el sobrenombre de “Jorge de Soutomaior”, excomandante de la marina republicana y exmilitantes del Partido Comunista, y Henrique Galvao capitán portugués.
¿En qué consistió realmente esta acción? Estamos a principios del año 1961, en concreto el 22 de enero, en ese día este grupo de veinticuatro personas integrantes del DRIL abordan el trasatlántico portugués Santa María, que cubría la ruta marítima Caracas – Lisboa – Vigo en el que viajaban un poco más de medio millar de personas. Rebautizaron el barco con el nombre de Santa Liberdade.

Este primer secuestro político tenía como propósito llamar la atención mundial sobre las dictaduras española y portuguesa, y lograron en sí dicho objetivo, ya quedurante trece días fueron noticia de primera plana, y como decíamos al principio hasta el propio Kennedy tuvo que intervenir encargándole a la cuarta flota la búsqueda y captura del barco; esto todo sea dicho de paso, lo amparó del “deseado” hundimiento por parte de los regímenes españoles y lusitanos de la época.

Según parece, la primera intención del DRIL era llegar hasta África para intentar el levantamiento de los anticolonistas 
contra Salazar. Por problemas de liderazgo y falta de objetivos comunes no lo lograron.
Para zanjar la difícil situación del barco, se produjeron complicadas  y largas conversaciones con el gobierno brasileño y norteamericano, consiguiendo que el presidente entonces de Brasil Janio Quadros les concediera el derecho a asilo político. Así fue como se rindieron y tomaron rumbo a Recife (Brasil); siendo el barco devuelto a sus dueños.

Cierto es que su denuncia mundial sí la lograron, y parte de su espíritu romántico queda plasmado en algunos del los mandamientos del Dril, seguramente escritos por Xosé Velo Mosquera y en el que queda impregnado su espíritu poeta, en uno de ellos dice:
“No te consideres bueno cuando sólo eres un sentimental”, en otro “Después de todo, nuestra paz será tan digna como una Guerra Santa. Ahora sólo somos un montón de pueblos sometidos”, o su mandamiento 42 que es realmente hermoso refiriéndose a las órdenes: “Obediencia y mando, cuando están traspasados por la misma luz, tienen la misma dignidad”.

Luis Seoane, intelectual y primer promotor de la prensa multimedia gallega a través de la radio y revista “Galicia Emigrante”, dedicó un programa a esta historia en que se pudieron escuchar palabras como estas:

“…Uno de los jefes de la expedición rebelde era el profesor orensano Xosé Velo con el nombre de guerra de Xunqueira de Ambía, al que acompañaba su hijo, y que el jefe de navegación era un marino de guerra español, exiliado, Jorge Fernández de Soutomaior. Que toda la península estaba representada por estos portugueses, gallegos y de otros países españoles presentes en el barco, y que la empresa fracasada por causas seguramente ajenas a ellos, volvía a unir sentimentalmente a las gentes emigradas de los países de España en el sueño de una reconquista de signo parecido, y de la libertad y la del propio suelo, la iniciada contra los musulmanes en las montañas de Asturias hace ya muchos siglos, que esos veinticuatro hombres impacientes, multiplicados en su afán, que se apoderaron del  barco en el caribe, soñaban con la liberación de sus pueblos distintos, entendiéndose  para el compromiso con sus lenguas hermanas…”

Quien quiera saber más de esta historia puede leer la escrita por Jorge ” Soutomaior” en primera persona titulada “Yo robé el Santa María”, publicado en España en 1978.

La directora Margarita Ledo dirigió también el documental “Santa Libertade”, en el que participan protagonistas de la odisea como el hijo de Jorge Fernández, el también hijo de Xosé Velo, Víctor, y Camilo Mortágua que tenía entonces veintisiete años, y hombre de confianza de Enrique Galvao.

Vídeo: Santa Liberdade

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