(Foto facilitada por el autor del artículo)
Los recuerdos me llevan esta vez a rememorar los comienzos de mis estudios, teniendo un emotivo recuerdo al inicio de los mismos que fueron, una vez terminada la enseñanza primaria en el centro escolar Álvarez Limeses, la Escuela de Maestría Industrial de Pontevedra donde realicé los estudios completos en la especialidad de Electrónica con el título de Maestro Industrial.
En el año 1932 nacía la “Escuela Elemental del Trabajo”, en ella se impartían enseñanzas profesionales de Electricidad, Madera y Metal alojándose provisionalmente en una nave que después acogió al Gobierno Militar, hasta que en 1935 se trasladó a su edificio de referencia donde permaneció los treinta años siguientes.
En el año 1955 se convierte en “Escuela de Maestría Industrial”, con enseñanzas de Oficialía y Maestría Industrial de las ramas antes mencionadas.
Por aquel entonces todo el mundo sabía en Pontevedra que Maestría era aquel centro ubicado en la calle Secundino Esperón, junto al Campo de la Feria, donde hoy se alojan las aulas públicas del colegio de Barcelos.
Así muchas familias con pocos recursos de esta ciudad y su entorno, con hijos adolescentes que casaban mal con las enseñanzas clásicas, encontraron su tabla de salvación en la Escuela Elemental de Trabajo, luego Escuela de Maestría Industrial.
De allí se incorporaron al mundo laboral muchos obreros especializados que no conocieron el paro ni la marginación cuando terminaron sus estudios. Tanto el sector público como el privado acogieron con los brazos abiertos a aquellos chavales que salieron de sus aulas con una envidiable formación práctica y sus títulos de oficiales o maestros bajo el brazo.
Por otro lado, la escuela acogía de forma extraordinaria clases de francés, contabilidad, dibujo, mecanografía y corte y confección en horario casi nocturno, para chicos y chicas que ya trabajaban en comercios y oficinas. Esta actividad de Maestría obedecía a su condición de heredera de la Sociedad Económica de Amigos del País.
El proyecto del centro, que tenía dos plantas y un torreón característico en la esquina, fue diseñado por Juan Argenti, la distribución de los talleres estaban en la parte baja, en tanto que las aulas llenaban la parte alta. Circundando el edificio en piedra, que contaba con un soportal característico en su entrada principal, había un área de recreo con instalaciones deportivas, incluido un frontón al que jugaban mucho los chavales entonces.
Maestría ofrecía dos grandes ventajas a sus alumnos: las enseñanzas eran totalmente gratuitas y se concedían becas a los jóvenes que venían de fuera de la ciudad.
La demanda de ingreso fue tan grande en la década de los cuarenta, que se impuso una limitación de ingreso de 40 alumnos por año. El centro contaba con un total de 110-120 alumnos, una cantidad que bajó a 80-90 alumnos en la década de los cincuenta.
El 1 de mayo de 1958 el director Huesa Pérez comenzó una campaña en favor de unas nuevas dependencias, que no cesó hasta que consiguió su objetivo. Al fin Maestría vio la luz de una operación de compra de terrenos en la avenida de Vigo que el Ayuntamiento y la Caja de Ahorros acometieron de común acuerdo en 1963, con la implicación del Ministerio de Educación.
Con el nuevo edificio en una nueva ubicación, en el año 1969 se suman las ramas de Electrónica, Delineación y Automoción, en el año 1972 se inicia la rama de Peluquería y Estética y, de forma experimental, la rama de Administrativo y Comercial siguiendo el nuevo plan de estudios de “Formación Profesional”.
Más tarde este centro pasaría a llamarse IES Frei Martín Sarmiento, heredero directo de la última Escuela de Maestría Industrial de Pontevedra
En el año 1979 por el aumento de la demanda de puestos escolares, se escinden las ramas de Madera, Automoción y Electrónica, que pasan a constituir el Instituto de Formación Profesional da Xunqueira.