San Simón… “La isla maldita”

Todos o casi todos conocemos la historia de la isla de San Simón o retazos de la misma. La historia nos cuenta de los ataques de las tropas musulmanas de Almanzor para conquistar la península y varias invasiones vikingas varios años después.  Ya en el siglo XII la leyenda deja paso a la historia documentada y confirma la existencia en el archipiélago de un monasterio fundado por la Orden del Temple. Desde entonces, ha sido refugio monástico hasta el siglo XVIII, lazareto para leprosos y cárcel de represaliados de la Guerra Civil en el siglo XX.

Pero lo que pocos conocen es la tragedia que acaeció  un 22 de Agosto de 1950 donde fallecieron 43 personas ahogadas en un naufragio en unas aguas cuya profundidad era tan solo de cuatro metros……

Era un día soleado de verano, y el mar estaba muy tranquilo en la ensenada de San Simón cuando  un grupo de miembros de la guardia de Franco, que pasaban una temporada de vacaciones en el albergue de la isla, decidieron jugar un partido de futbol en la vecina Redondela.

Para ello embarcaron en una pequeña embarcación, llamada Monchiña, muchos de ellos no sabían nadar, lo que multiplicó las consecuencias del accidente. Uno de los falangistas cayó al agua, provocando que de una forma instintiva, una gran parte del resto de sus compañeros se trasladaran a aquella borda para tratar de ayudarle. La descompensación de la lancha provocó que volcase, precipitando al agua a los pasajeros restantes. Los que no sabían nadar se agarraron a las personas que tenían a su lado, sin dar opción a casi nadie.

Foto: Facilitada por el autor del artículo

En los primeros momentos solo se recuperaron diez cadáveres, por lo que fue necesario montar una operación de rescate submarino. Desde la base naval de Ríos, que entonces empezaba a funcionar ya como la Escuela de Transmisiones y Electrónica de la Armada (ETEA), se enviaron lanchas y buzos, así como también se envió una grúa de grandes dimensiones de la empresa Uriarte.

Al día siguiente de la tragedia, los buzos comenzaron a sacar los cuerpos de los fallecidos. Curiosamente, estaba a una profundidad de tan solo cuatro metros. Salvo tres cadáveres que estaban en el interior de la cabina de la lancha, la mayor parte del resto de los fallecidos se hallaban fuertemente asidos a las bordas de la lancha, según relataron los buzos posteriormente.

Entre aquellos fallecidos había ocho gallegos, uno de ellos, Isaac Rosón Pérez, era el hermano del primer presidente de la Xunta de Galicia preautonómica y, posteriormente, presidente del Parlamento gallego. En la lista de bajas se encontraban también dos por riñeses, Manuel Nogueira Pérez y Nereo López Rojo.

Fue el naufragio que se cobró más vidas dentro de la ría en los últimos cien años y en la actualidad en un islote que hay en la parte sur de la isla se encuentra una cruz recordándonos este desgraciado episodio en la historia de la isla.

Foto: Facilitada por el autor del artículo // Cruz conmemorativa

 

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