Cuando el cuerpo del Apóstol Santiago llega a Galicia y topan con la reina Lupa

Foto: Traslado del cuerpo de Santiago El mayor ante el palacio de la reina Lupa (Museo do Prado)/Autor Martín Bernat

Llevaron el cuerpo de Santiago a Jofe (Puerto de Jerusalén), y sin saber cómo apareció un barco libre a su disposición; y con viento favorable y tiempo apacible en siete días llegarán al Puerto de Iria en Galicia; donde sacarán el cuerpo de la barca y lo dejarán sobre una roca, que milagrosamente se abriría tomando la forma de sepulcro.

En realidad en la zona se habla de diversas piedras que hacen referencia a una barca de piedra; a la piedra que se abrió para hacerse sepulcro, y la piedra a la que se amarró la barca. Hay quien dice que la piedra sepulcro era confundida por su forma con una barca de piedra, y así lo atestiguan los relatos de personas que vieron dicha piedra en el siglo XVI en Padrón.

Con el tiempo dejó de verse, hay que tener en cuenta que se encontraba en el lecho del río, y estos ríos y rías características de las Rías Baixas eran muy diferentes en aquella época, donde tenían puertos importantes y éstos no habían sido sepultados en bancos de arena y lodos.

De todos modos la tradición de la barca de piedra no es nada nuevo, así tenemos la Virgen de la Barca, o el barco de San Andrés de Teixido

… Pero sigamos con el relato…

Una vez habían desembarcado llevaron el cuerpo del apóstol hacia el interior a un campo propiedad de la conocida Reina Lupa, que era pagana y poseía en ese terreno un templo en el que se veneraba a ídolos paganos. Hablan con ella; le explican quien es Santiago y hablan de sus milagros, y le piden que por favor, les entregue ese templo. Ella fría les envía a hablar y pedir permiso al rey Duio, con la intención de que les dé muerte; así que unos discípulos se quedan con el cuerpo mientras otros van junto a Duio.

Foto: http://xacopedia.com

Allí el rey tras escucharlos, ordena matarlos. Los discípulos enterados del plan escapan por un puente que se desplomará tras sus pasos. A su regreso le piden de nuevo a la Reina Lupa, que les ceda el templo, y ella aún pensando en condenarlos a muerte finge amabilidad y les dice que cojan unos bueyes mansos que tienen en el campo y que carguen en el carro lo que necesiten; pero ellos ignorantes de la crueldad de la mujer, se dirigen a donde ella dice encontrándose con un dragón al que consiguen vencer con la Cruz de Cristo, reventándolo.

Posteriormente bendecirían toda la zona con agua, y el monte pasa a llamarse Monte Sacro.

Y no acaban aquí los problemas, cuando van a coger los bueyes resulta que son bravos, y luchan entre ellos, pero ante los discípulos del apóstol van poco a poco haciendo más lentos y más suaves sus movimientos volviéndose mansos. Les colocan el yugo, y ellos les conducirán hasta Compostela que por entonces se llamaba Libradón (Libero domun donación de Lupa). Y es que Lupa ante el milagro de la transformación de la ferocidad a mansedumbre de los bueyes se convierte, y según cuenta alguna leyenda, Lupa dona el terreno de un palacio suyo para transformarlo en iglesia y enterrar allí a Santiago; entregando ella el resto de su vida al servicio de Santiago y cuando fallece, sería enterrada allí mismo.

 

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