Foto: http://bokyopinion.blogspot.com.es
En Septiembre de 1957, en Ourense, el sacerdote Padre Jesús César Silva Méndez junto con un grupo de 15 muchachos siembra la semilla de lo que años más tarde se convertiría en un auténtico movimiento social, que adquiere identidad a través de sus comunidades educativas.
Entre sus fines estaba la enseñanza, investigación y desarrollo de la cultura, educación, artes, ciencias…y asistir a los chicos en su derecho a la cultura y en general, al desarrollo integral de todos los niños y niñas, adolescentes y jóvenes tanto en el ámbito nacional como internacional.
Para ello Jesús César Silva Méndez adquirió más de 14 hectáreas de terreno, la finca Benposta, en la parroquia ourensana de Seixalvo; donde levantó una ciudad que contaba con sus propias leyes, una televisión (Ourense Televisión Benposta), acuñaba su propia moneda ( coronas )y celebraba elecciones libres con su propio parlamento y alcalde.
Una suerte de ilusión educativa de liberación cristiana, y revolucionaria en su época, que cobijó alrededor de unos cincuenta mil “muchachos”. Desde 1963 mantienen una escuela de artes acrobáticas y circenses, la segunda de Europa, en la que participan niños de todas las edades. De hecho alcanzaría gran fama, y sería célebre como unos de los mejores circos de Europa., “El Circo de la Ciudad de los Muchachos”
El modelo de Benposta se imitó y repitió en más de una docena de países de todo el mundo.
A partir del año 2003 todo cambió. Por luchas internas en el seno de la Asociación Nación de los Muchachos, el órgano de gobierno, con el Padre Silva, más problemas financieros y diferentes acusaciones sobre las malas condiciones en las que vivían los niños en el centro y el trato que recibían, hizo que este proyecto finalizara de mala manera. Con denuncias en los juzgados y enfrentamientos con distintas administraciones del Estado.
Esta organización fue convertida por el Padre Silva finalmente en una Fundación, y a su muerte, pasó a manos de sus herederos. Aquí arranca la historia de la etapa final, con acusaciones cruzadas de diversa índole económicas que aún deben dirimirse a través de la vía judicial.
El Cura Silva falleció en Ourense el 2 de septiembre del 2011. Poco queda de sus años de gloria, en los últimos años la finca de Benposta se utilizó para diferentes eventos de festivales musicales en la ciudad de Ourense.
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