Pontevedra: culto a la piedra, desde la prehistoria

Foto: Petroglifo Mogor/wikipedia/Lansbricae

Pocas tierras conservan semejante abundancia de vestigios de la prehistoria como estas de Pontevedra, que abarcan desde el Neolítico y sobre todo el Megalítico, hasta los tiempos castreños e inicios de la ocupación romana. La amplia y variada relación de petroglifos encontrados en los montículos de Campo Lameiro, Cotobade, Marín, Poio, Ponte Caldelas y Vilaboa se ve complementado por las mámoas megalíticas y los castros que, en cuantioso número, modifican delicadamente la orografía.

En conjunto, todos estos restos favorecieron la transmisión de una rica tradición popular que asocia a estas huellas del pasado esa infinidad de mitos y leyendas que tan decisivamente contribuyeron a conformar el imaginario colectivo de los pueblos y aldeas. Incluso la leyenda –en este caso de carácter erudito, se formó durante el Renacimiento por los círculos intelectuales dela ciudad– la que hace responsable a Teucro -uno de los héroes de la Guerra de Troia- de la propia creación de Pontevedra, bautizando con el nombre de “Helenes” aquella urbe que decidió fundar a su llegada a Galicia.

Foto: Petroglifo Ciervo Herido de Campo Lameiro /wikipedia/Lansbricae

Los petroglifos

Los petroglifos son grabados rupestres prehistóricos, de carácter simbólico, realizados porlos ancestros sobre rocas graníticas desde mediados del tercer milenio a. C. hasta inicios dela Edad de Hierro (a. 600 a. C., momento en el que comienza a vislumbrarse el germen delos primeros castros).

Los trazos de estas insculturas pueden presentar sección en “U” o en“V”: mientras los primeros fueron realizados con un útil de piedra, los segundos serían practicados con herramientas metálicas, y por lo mismo de cronología más reciente.

Según su tipología compositiva, los petroglifos pueden clasificarse en dos grandes grupos:los figurativos (caso de ciervos, caballos, figuras antropomorfas y armas) y los abstractos (laberintos, combinaciones circulares y motivos geométricos).

El significado concreto de los petroglifos sigue siendo, en muchos casos, un auténtico misterio, aunque se les atribuyen interpretaciones diversas que los relacionan con creencias religiosas, prácticas rituales y, además, como marcas de un territorio específico perteneciente a comunidades concretas.

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