Historia del Convento de San Francisco, el gran incendio y un cantero de Xeve

Se encuentra en el centro neurálgico e histórico de Pontevedra, en la conocidísima Plaza de la Herrería. Pertenecía a una poderosa orden mendicante que se asentaba en las poblaciones importantes de la época, patrocinados por los señores y nobles de esas tierras.

Así en el interior de San Francisco están enterrado, por ejemplo, Paio Gómez Chariño un militar noble y poeta , en cuyo sepulcro se le representa. Se cree que fue precisamente este noble el patrocinador de las obras de la Capilla Mayor.

La iglesia en forma de nave, cubierta de madera con el ábside principal e forma poligonal. Cuenta con un gran rosetón en la fachada, pero no es el original.  Sufrió un gran incendio en 1995 y la cubierta de madera facilitó seguramente el avance de las llamas.

El Incendio:

En la madrugada del 18 de junio de 1995, a eso de las 4 de mañana, se produce el fatal suceso.

Un fuego que comenzó, parece ser, motivado por unas velas encendidas en la habitación próxima al claustro. Desde esta estancia se extendió rápidamente por la biblioteca y por las dos alas del propio claustro.

La primera planta se quemó por completo (biblioteca), y la cubierta de la zona central de la iglesia, igualmente llevándose el fuego consigo un órgano y la zona del coro; además de los mantos de la Dolorosa – bordado con azabache –, de la Virgen de Lourdes y del Nazareno, éste último con engarces en oro.

Se perdieron también unas imágenes de San Buenaventura y Santa Cecilia. Se salvaron de las llamas el altar mayor y la tumba de Paio Gómez Chariño.

El incendio fue controlado sobre las 8 de la mañana.

En el mes de julio se iniciaría el desescombro de la iglesia para su posterior reconstrucción, con una inversión de unos doscientos millones de pesetas; a cargo de las obras, el arquitecto Celestino García Braña.

Afortunadamente en este siniestro no hubo que lamentar desgracias personales de importancia. Sí entre los miembros de los equipos de bomberos, un herido. El cabo José García Cancela, que sufrió una caída desde una escalera en el ejercicio de las labores de extinción del fuego.

El cantero de Xeve

Durante la restauración de este convento a principios del siglo XX, en los tiempos de Montero Ríos, éste conoció a un cantero de Xeve en León.

En los tiempos que Eduardo Vicenti era alcalde de Madrid, patrocinó las obras de San Francisco, y consiguieron una importante subvención para los trabajos de restauración y para ello vinieron varios canteros de León, discípulos de aquel maestro cantero de Xeve. Asimismo vino a Pontevedra un afamado vidriero de León, que se encargó de las vidrieras de San Francisco y de Santa María, y que por otro lado, era el mismo que se había ocupado de las de la catedral de León.

 

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