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La Ría de Vigo se extiende de sudoeste a nordeste protegida en su entrada por las Islas Cíes. Tiene una longitud de treinta y cinco kilómetros partiendo de Cabo Silleiro, alcanzando su mayor batimetría en Arcade, con una anchura máxima de siete kilómetros y una mínima de aproximadamente unos setecientos metros en Rande (lugar donde se encuentra el famoso Puente de Rande).
Toma su nombre de la principal localidad de su costa: Vigo, pero además cuenta con otros muchos concellos de norte a sur camino ya de Portugal: Cangas, Moaña, Vilaboa, Soutomaior, Redondela, Nigrán y Baiona.
Siendo las Islas Cíes quizá las más famosas de la ría, no son las únicas, están asimismo la Isla de Toralla y la de San Simón. Poseen estas aguas un gran calado y fácil acceso, lo que ha convertido a Vigo en el principal puerto gallego junto con el de A Coruña y Marín, y uno de los más importantes del Estado Español.
Al igual que el resto de las rías gallegas goza de una gran riqueza biológica, gracias a sus aguas profundas y las corrientes marina existentes. Disfruta de una importantísima actividad económica con la ciudad de Vigo como locomotora de la zona, pero no por esta actividad económica e industrial pierde atractivo turístico; ofrece infinidad de playas y hermosísimas vistas.
Por otro lado cuenta esta ría con el encanto de las leyendas (según diferentes versiones en algunos casos cierta y en otros no), de navíos hundidos con cargamentos repletos de oro y plata provenientes de “Las Américas”.
Y si hablamos de hundimientos, debemos hablar de la Ensenada de San Simón, una pequeña ría ubicada en el interior de la ría mayor, con una longitud de unos siete kilómetros de norte a sur, en ella está emplazada la Isla de San Simón. Los principales municipios de esta zona son:Pontevedra, Vilaboa, Soutomaior, Redondela, siendo también muy conocida la población de Arcade por su producción de ostras.
Volviendo a los hundimientos de cargamentos, fue en esta ensanada donde se produjo la “Batalla de Rande”. La flota franco-española se enfrentó a otra flota anglo-holandesa, y como resultado de ello se dieron una serie de hundimientos de naves, las cuales transportaban cargamentos de oro, plata y joyas. Alguna de las hipótesis existentes nos dicen que estos tesoros iban repartidos en varios galeones de combate y otros comerciales, que fueron en parte apresados por la flota anglo-holandesa (los enemigos en este caso) transportando la carga de los mismos a otro navío, que en su paso a la salida de la ría por las Islas Cíes, encalló y se hundió.
Desconocemos si es leyenda la parte referente a los tesoros (porque la batalla sí existió), pero lo que sí se sabe es que una empresa alemana está interesada en la búsqueda de estos pecios (y no es la primera), pidiendo permiso para ello a la Xunta de Galicia. Se presentaron a la prensa imágenes subacuáticas pero sin poder asegurarse si eran las famosas naves que transportaban los tesoros.
