Las Islas Cíes

Foto: Vista de Vigo coas Illas Cíes ao fondo

Son las Cíes quizá el grupo más famoso de las islas de las Rías Bajas gallegas. Se encuentran situadas en la entrada de la Ría de Vigo, se alzan impresionantes, pareciendo a distancia un tanto misteriosas, casi salidas del “Mundo Perdido”.  

Este archipiélago está compuesto por tres islas: Monteagudo o Isla del Norte, la Del Faro o Isla del Medio y la de San Martiño o Isla del Sur. Presentan en su cara oeste un paisaje abrupto con grandes acantilados que superan el centenar de metros en muchos casos y cuevas formadas por la propia erosión, por el lado este, sin embargo, se suaviza ostensiblemente, dando lugar a bosques, playas y arenales –dunas–.
Seguramente por la “dureza” que presentan al primer golpe de vista, fueron conocidas en el pasado como Sicaae o Ciccae –desiertas, desérticas, áridas–, aunque en realidad no era así, ya que se han encontrado restos de castros como el de As Hortas en Monte del Faro de la Edad de Hierro, y se sabe incluso que los habitantes de ellos dependían de los moluscos, crustáceos etcétera  por el yacimiento hallado de conchas, vasijas, utensilios y huesos.

Por aquí pasaron también los romanos, la orden de Cluny, los benedictinos y los franciscanos en diferentes épocas, así podemos ver el Monasterio de San Esteban donde se sitúa el Centro de Interpretación de Las Cíes, que incluso cuenta con tumbas antropomorfas. –Si tienes tiempo no dejes de visitar estos centros, donde te pondrán al día sobre lo más interesante y sobre la historia de la isla con todo tipo de medios–. También sufrieron las Cíes diferentes ataques de flotas invasoras y hasta de piratas, incluso del mismísimo Sir  Francis Drake. Y por último en su momento  llegó la industria y por ello  hay restos de antiguas fábricas de salazón.

Tantos ataques a las islas fueron provocando un progresivo despoblamiento, quedando sólo unas pocas familias que se dedicaban a la pesca y al ganado. En el siglo XIX se construye el faro de la Isla Del Medio. Llegamos a mediados del siglo XX y en la isla ya no queda población, es utilizada en la década de los 60, 70 y 80 como un destino de excursiones y descanso. Para entonces justo, fueron declaradas Parque Natural y se empezaron a controlar las visitas; actualmente el número máximo de visitantes en las islas por día está en torno a las dos mil doscientas treinta personas. Para ir hasta allí en caso de querer hacerlo en una línea regular y no en un barco particular:

Transporte en barco: Compañía Naviera Islas de Ons S.L. /Teléfono: 986 22 52 72

Salen desde Vigo –nueve salidas diarias–, Baiona y Cangas de Morrazo –cinco salidas diarias–, desde Semana Santa hasta el final del verano, dependiendo siempre de las condiciones climatológicas y del estado de la mar.
Una vez en las Cíes te puedes alojar sólo en el camping, y además cuenta con servicios como teléfono, restaurante, policía, cruz roja y oficina de turismo.

Existe también una especie de campo de trabajo, en el que se pueden apuntar voluntarios para trabajar en la conservación de las islas.

Punto de Información de Las Islas Cíes; Tfno: 986 68 75 02

En cuanto a la flora podemos ver alguna pequeña área con rebollos (Quercus pyrenaica, un pequeño roble), algún que otro castaño y fresno, pero sobre todos pinos y eucaliptos que fue con lo que más se repobló. En la zona de los arenales y acantilados encontraremos camariñas y  “la hierba de enamorar” (Armeria pungens).

Si hablamos del mundo animal debemos hacer especial hincapié en las aves, hay dos observatorios ornitológicosuno en la Isla Del Faro y otro en la Isla de San Martiño.

Por otro lado el premio en cantidad se lo llevan las gaviotas patiamarillas, que forman la colonia mas numerosa del mundo con unas veinte mil parejas. Conviven además con otras aves, como las palomas torcaces, alcatraces, pájaros carpinteros, aves rapaces y un sinfín de aves migratorias que pasan por estos parajes o bien para descansar, o para quedarse en invierno. Y por supuesto también podremos ver otros “animalillos” como conejos, nutrias, ratones, murciélagos, lagartos, salamandras, sapos etcétera.

Su riqueza marina es simplemente apabullante y como sus fondos son muy ricos y por su mismo emplazamiento, no será extraño observar la visita de delfines, tortugas de mar y hasta ballenas. Viven allí nécoras, pulpos, centollos, bogavantes en fondos de los roquedales; en las rocas de los acantilados los percebes y los mejillones; en arenales peces como sollas y lenguados, y hay que mencionar por último los importantes bosques marinos de algas pardas y anémonas.

Vídeo: Islas Cíes y la mejor playa del mundo, la Playa de Rodas.

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