Piedras Meigas

Hay un tipo de piedras que la creencia popular les atribuyen poderes adivinatorios y curativos, son aquellas conocidas como “Pedras de Abalar” (piedras oscilantes). Su funcionamiento consiste en situarse en la losa de piedra y balancearse; este movimiento nos haría inclinarnos, en este caso literalmente, hacia un lado u otro en la decisión a tomar.

Famosas son A Pedra de Abalar de Muxía, A Pedra dos Candrís y A Pedra do Timón, en la mágica  Costa da Morte. La Iglesia una vez más en su afán de cristianizar las creencias profundamente paganas  arraigadas en la población local, “adoptaron” estas piedras quedando de la siguiente manera la leyenda: El Apostol Santiago en su labor evangelizadora llegó hasta nuestras tierras, a Fisterra, hasta el fin del mundo, y estando admirando el océano de los confines de la Tierra, vio de pronto una barca de piedra en el embravecido mar, barca que las olas guiaron en un suave balanceo hasta las rocas de la orilla, depositándola en ellas, descendiendo de la barca La Virgen María, que se acercó a apoyar al Apóstol.

La barca de la Virgen quedó ya para siempre incrustada en esta costa en forma de la Pedra de Abalar que haría las veces de vela, la Pedra de Timón, que como indica su nombre sería el timón y , por último, A Pedra de Candrís, que sería la propia barca… Y así ha llegado hasta nuestros días; lo pagano mixturado con lo cristiano, siendo hoy por hoy A Barca un importantísimo santuario mariano, siendo la Virgen la que responde con el movimiento oscilatorio de la piedra a sus fieles.

El tema de las piedras curativas, es algo que incluso podemos ver en nuestra sociedad actual, y en tiendas de tipo esotérico se nos ofrecen una gran variedad de ellas, con supuestos poderes sanatorios. En la antigua Galicia no era muy diferente en ese sentido a ahora, sólo que aquí va asociado a lugares conocidos popularmente como Pedras Furadas (piedras agujereadas u horadadas). En Ourense “O Penedo de Vigón” (San Bieito da Cova de lobo – Barbadás), en Allariz en Augas Santas, el lugar llamado Forno da Santa, una piedra que se asemeja en sus forma a una oreja, la tradición dice que cura la sordera, la vista y cualquier enfermedad al utilizar el agua del manantial que mana de la piedra. Este último espacio mágico, se encuentra próximo a un castro celta, en su arquitectura hay una curiosa mezcla de estilos mozárabe, visigodo y románico. Se celebra allí la romería de La Ascensión, sin embargo, popularmente creen en la zona que este sitio era en realidad un horno crematorio (de ahí “O Forno”) para los fallecidos de los habitantes  del castro que se encuentran en las proximidades.

Otro tipo de piedras son las denominadas “Machados” (o machetas), “Pedras do Raio”. Son mágicas entre las mágicas, ya que se “entiende” que son piedras caídas del cielo. Protegen frente a las tormentas y sus efectos, encontrándose en el interior de los carballos (robles), árboles sagrados por antonomasia. Estas piedras están pulidas e incluso parece ser que existía un lugar donde se elaboraban en san Andrés de Teixido, su uso estaría extendido y generalizado porque se cree que también tendrían poderes sanatorios, siendo habitual ponerla, cuando se sufría de una dolencia o enfermedad, bajo la almohada.

Bibliografía: “Mitos, Ritos y Leyendas” . P. Bouzas y X.A. Domelo / “Galicia Mágica” – V. Vaqueiro.

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