El Primer Estado de Europa. El reino Suevo de Galicia

Foto: Wikipedia / Susinho

(Publicado el 31 de marzo, 2017)

El otro día hablábamos de la primera gran exposición que se llevará a cabo en Ourense sobre el reino suevo, y hoy queremos hablar sobre este reino suevo de Galicia, considerado como el primer Estado de Europa. Comencemos pues, con la revisión de la Historia Oficial.

Galicia a lo largo de su historia estuvo poblado por diferentes pueblos, los que se conocen en primer lugar son a los Oestrymnios:  (Rufio Avenio (siglo IV) en su “ora maritima” afirma que existe un país : El de “los Oestrimnios” (versos del 154 al 157)que son habitantes del noroeste peninsular el cual quedaría completamente desierto, por causa de la invasión de una plaga de serpientes.

Algunos autores creyeron que en realidad estas serpientes eran los celtas. La llegada de los celtas se produce en el siglo IV a.d.c, conocidos como saefes o serpientes. Aquí hacemos un inciso para recordar las similitudes con la cultura celta irlandesa y San Patricio en Irlanda, San Hadrián en Galicia:

El principal milagro de San Patricio fue a acabar con una plaga de serpientes. Como es común en muchas historias celtas, San Patricio tiene un fondo cultural idéntico en Galicia, aquí el que terminó con la plaga de las serpientes fue San Hadrián y dice la tradición:

En Corme existe la Piedra de la Serpiente, que conserva la figura de una serpiente alada. Su autoría es discutida, pero se asocia a los cultos precristianos a las serpientes, relacionado con la llegada de los celtas, que tenían como símbolo heráldico la serpiente. Según la leyenda, cuando San Hadrián andaba predicando por la zona, esta era inhabitable debido a una plaga de serpientes. Sin embargo, el santo golpeó el suelo con el pie y todas fueron refugiarse bajo la piedra, quedando una de ellas petrificada en señal de este hecho. Como símbolo de la cristianización de este lugar se le puso una cruz encima.

Los celtas son los que introducirán el uso del hierro y la conocida como cultura castreña.

Posteriormente llegará el Imperio Romano a tierras gallegas, en el 180 a.d.c; y denominarán a la zona con el nombre de Gallaecia, que no significa otra cosa, que Terra dos Celtas, bautizada así por, el emperador Diocleciano. Es la cuarta provincia de la Tarraconense creada por el emperador Augusto que abarcaba todo el territorio sobre los ejes de Lugo, Braga y Astorga. Son los romanos, lo que realmente organizan territorialmente Galicia, dejando además un nuevo idioma y religión, que no sería otra que el cristianismo.

Entramos en el siglo V, y después de los romanos, llegan los suevos, que serán los primeros Reyes de Galicia tras un acuerdo(1) de los propios suevos con el emperador romano Honorio, y es así como se establece el Reino de Galicia y el primer Estado de Europa.

A península ibérica no 455, momento de máxima expansión do reino suevo. Foto: Wikipedia / Alcides Pinto

En la lista de estos primeros reyes tenemos a:

Hermerico en latín, Hermericus (409-438) Reino en Braga. Así, pasaría a ser el primer reino creado tras la caída del imperio romano y el primero en acuñar moneda propia,

Requila (438-448). Llegan sus conquistas hasta Mérida. Subió al trono en 438, asociado al poder por su padre Hermerico, enfermo, para asegurar la sucesión. Cuando éste murió en 441 se convirtió en único rey de los suevos.

Requiario (448-456) Su alianza inicial con los visigodos, para fortalecer su posición, abrió las puertas a la influencia goda en el reino, que se acrecentó al casarse Requiario con la hija del rey visigodo Teodorico I y su renuncia a la religión pagana, abrazando el catolicismo. Requiario era el primer rey católico de un reino germánico surgido de las invasiones del siglo V. Fue el primer rey europeo cristiano en acuñar moneda con su propio nombre, junto al del emperador Honorio. Son silicuas, monedas de plata que siguen el modelo romano, que mantiene el nombre y la imagen de Honorio, pero con la leyenda IVSSV RECHIARI REGES. Tanto su conversión al catolicismo como la emisión de moneda propia se pueden enmarcar en su ambición de crear un reino suevo que abarcase toda la Península.

Maldrás (456-459). Se divide el Reino Suevo de Galicia. Gobernó Gallaecia tras asesinar a Agiulfo y la muerte de Frantán. Durante su corto reinado se produjeron fuertes conflictos sociales entre los nativos galaicos y los dirigentes germánicos. Murió asesinado en 459, sucediéndole su hijo Remismundo.
El texto del cronista contemporáneo Hidacio parece significar que la población sueva tomó parte en la elección de Maldras. Desde luego intervinieron en la divisón del reino en 457, cuando parte de ellos rehusaron aceptarle como gobernante, eligiendo a Frantán. Los dos reyes suevos actuaron de forma independiente, y a a la muerte de Frantán, sus seguidores fueron gobernados por Requimundo, aunque los estudiosos discuten si ambas partes fueron reunificadas

Frantanes o Frantán (459-459). Gobernó el norte de Gallaecia tras la muerte de Agiulfo a manos de Maldras. A la luz de la evidencia de la monarquía dinástica sueva, la división entre Maldras y Frantán se ha tomado como indicativa de que el pueblo tenía algún papel en la elección del rey, al final de un linaje.

Frumario (460-464). Fue un caudillo suevo que sucedió a Maldras, el cual había sido asesinado, como jefe de un grupo que atacó Lusitania. Probablemente compitió con Requimundo en Galicia, por el trono, hasta su muerte. En 460, por la actuación de los nobles romanos, Ospinio y Ascanius, el ejército visigodo acosó a Frumario, causando su retirada. Más tarde, el mismo año, Frumario asoló la ciudad de Aquae Flaviae (designación de la ciudad romana, actual ciudad de Chaves – Portugal) con la complicidad de los romanos. Capturó al obispo y cronista Hidacio, manteniéndole prisionero durante tres meses, a pesar de las peticiones de Ospinio y Ascanio.

Remismundo (464-500). Se convierte al priscilianismo / arrianismo. Accedió al trono tras la muerte de su padre, el rey Maldras. Destronado por Frumario, luchó contra este y contra Requimundo hasta 463, año en el que recuperó su corona. Se casó con una visigoda y pasó a ser hijo de armas de Teodorico II. Se convirtió al arrianismo en 465. En 467 (tras el asesinato de Teodorico II a manos de su hermano Eurico) saquea Conímbriga. Ocupa Lisboa en 468, dominando así Coímbra y Egitania.

Según Isidoro de Sevilla, Remismundo era hijo de Maldras. Su carrera empezó como embajador entre Galicia y Galia, viaje que realizó varias veces.  Después de un interregno de unos cuatro años (460–464), durante el que los suevos que habían reconocido a Maldras como rey siguieron a Frumario, y los que habían reconocido a Frantán, siguieron a Requimundo, mientras ambos luchaban por el trono, Remismundo volvió de una de sus embajadas, logrando ser reconocido como rey del reino suevo unificado. Esto ocurrió tras la muerte de Frumario. Tras su muerte comienza en el reino suevo un período oscuro

Teodomundo (500-550). Reina en el denominado Periodo oscuro

Carriarico (550-558). Con el inicio de su reinado termina el denominado periodo oscuro. De acuerdo con el relato que hace Gregorio de Tours, en su Historia Francorum, escrita entre 573 y 579), la lepra era una enfermedad común en Galicia durante el siglo VI, y el hijo del rey resultó afectado de ella. Los suevos eran entonces arrianos, pero Carriarico habiendo oído hablar de Martín de Tours, prometió aceptar las creencias del santo, si su hijo se curaba. Mandó traer algunas reliquias del santo desde Tours, y su hijo se curó, por lo que el rey y todo su reino se convirtieron al catolicismo en 550.

Carriarico introdujo el culto a Martín de Tours en Galicia (San Martiño), y le nombró beatus patronus. Murió no más tarde del 1 de mayo de 559, ni antes del 2 de mayo de 558.  Gregorio de Tours ya habla del  “Regnum Galliciae”.

Ariamiro (558 – 561) Durante su reinado se celebró el primer concilio de Braga que reorganizó la Iglesia Católica del reino tras la conversión de los suevos al catolicismo, abandonando así el cristianismo arriano. A su muerte le sucedió Teodomiro. Capital en Ourense

Teodomiro (559-570). Capital en Ourense. Teodomiro ha sido propuesto como el primer monarca suevo cristiano ortodoxo, y el que trajo la conversión del pueblo suevo desde el arrianismo, con ayuda del misionero Martín de Braga.

Miro (570-583). Durante su reinado convocó el segundo concilio de Braga (572).

Ese mismo año atacó a astures y cántabros en tierras que en otros tiempos habían pertenecido a la provincia Gallaecia. Esta campaña fue usada por el rey visigodo Leovigildo como pretexto para comenzar una guerra entre ambos reinos entre 572 y 574. Leovigildo, tras reunir un ejército atacó los asentamientos suevos en el valle del Duero, expulsándolos al norte del río y fundó Villa Gothorum (actual Toro). Tras eso los visigodos atacaron y vencieron a los cántabros. La dominación de Toro y Astorga le abrió las puertas a la invasión del reino suevo, que llevó a cabo en 575. Tras perder Orense y todo el sureste y verse atacado en Oporto y Braga, Miro pacta la paz con Leovigildo a cambio de someterse a él, pero, cuando Hermenegildo (hijo católico de Leovigildo) se rebeló contra el arrianismo de su padre, Miro (también católico) le apoyó. En 583 atacó Sevilla pero supo que Hermenegildo estaba prisionero, y su rebelión abortada, lo que le obligó a pactar nuevamente la paz poco antes de morir.

Eborico (583-584). Se vio obligado a reconocer a los visigodos como superiores, lo que provocó la sublevación de la aristocracia y el destronamiento del monarca. Fue confinado en un monasterio por Andeca, el cual se casó por la fuerza con la viuda de Miro, y madre de Eborico, y se proclamó rey.

Andeca o Audeca  (584-585). Andeca representó el descontento de los nobles suevos con el sometimiento a los visigodos. Tras la muerte de su padre, el rey Miro en 583, el rey Eborico había llegado a un acuerdo de paz con Leovigildo en unas condiciones que la nobleza sueva no pudo aceptar.

En 584 se levantó Andeca contra el rey Eborico, destronándolo y obligándole a profesar la vida monástica y, tras casarse por la fuerza con su madre, se proclamó rey. El rey visigodo Leovigildo usó el conflicto dinástico como excusa para intervenir nuevamente en el reino suevo, en 585. De acuerdo con Juan de Biclaro, «Leovigildo devastó Galicia, privó al rey Audeca de su cargo, y se apoderó del territorio suevo, de su tesoro y de sus gentes. Convirtió a Galicia en una provincia de los godos».” Juan continúa diciendo que «tonsuró a Audeca y le dignificó con el honor del sacerdocio, después de haber ostentado la realeza»  El depuesto usurpador fue confinado en la ciudad de Beja. Para Isidoro de Sevilla, esta deposición significó el fin del reino suevo.

Malarico.  Considerado el último rey de los suevos. Tras la deposición del rey Andeca del trono de los suevos (año 585), surgió como pretendiente al trono. Decía ser de la familia del rey Miro. Fue derrotado y capturado por las tropas del rey visigodo Leovigildo en 586. Con este último intento acabó toda resistencia sueva. A partir de ese momento Gallaecia sería gobernada por un dux visigodo aunque se mantuvo en vigor la ley sueva y otras características propias del antiguo reino suevo.

Llegamos así a la apropiación del reino suevo de Galicia por los visigodos, y estos a la vez son derrotados por los árabes cuando penetran en la Península Ibérica-

En el 714 con Don Pelayo al frente comienza la reconquista desde Asturias, pero aquí hay que hacer una salvedad, está documentado a través de diferentes tratados, que los reyes, jefes militares y caudillos de la época, se manifiestan y muestran como Reyes de Gallecia, dato este último que se trató de borrar desde la “historia oficial y centralista” de España.

Es así que cuando se dice que la famosa reconquista de Don Pelayo empezó en Asturias y con ella el establecimiento de un reino de España es una premisa falsa, ya que Asturias como tal formaba parte del Reino de Gallaecia, que abarcaba desde Santander hasta (siguiendo la línea de la costa)  la desembocadura del Duero, y desde Braga en la actual Portugal hasta Astorga y Lugo por tierra en el interior. Por otro lado los documentos y escritos de la época,  hablan de los jefes o caudillos: de Don Pelayo, de Bermudo II de León y de los Reyes de Gallaecia.

(1)Acuerdo Foedus: Con la palabra latina foederatus, se denominaba en los primeros tiempos de la historia de la antigua república romana a cualquier tribu que, habiendo suscrito un tratado, no era considerada colonia romana ni se le había concedido la ciudadanía romana, pero de la que se esperaba que proporcionara.

Foto: Wikipedia / Alcides Pinto

Foto: Wikipedia / Nuno Tavares

Para saber más: Artículo de Juan Ramón Baliñas Bueno en mundiario.com

 

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