Isla de A Toxa

Foto: Luis Miguel Bugallo Sánchez (Lmbuga)Wikipedia

Es la Isla de A Toxa quizá la más conocida de Galicia por su balneario, su gran hotel, su casino, al igual que por sus jabones y productos de belleza. Está situada enfrente de O Grove y unida a él por un puente de hormigón de principios del siglo XX –de 1914 para ser más concretos–.

Desde que se sepa la isla pertenecía al Arzobispo de Santiago Don Alonso de Fonseca, pagando los vecinos de O Grove por poder pasar a ella y aprovisionarse de leña y también como lugar de pastoreo.
En realidad, esta isla de unas ciento diez hectáreas tenía un uso puramente vecinal, estaba tupida de una vegetación de tojos (de ahí su nombre), de arbustos y árboles, hasta que la casualidad hizo que cambiara su destino.

Cuenta la historia, que un sacerdote de O Grove tenía un burro que parecía una enfermedad de piel, los veterinarios de la época aconsejaron su sacrificio, pero el cura sintió pena por el animal, y decidió que mejor que sacrificarlo, lo dejaría aislado en la isla, y que falleciese por sí solo. Pasado un tiempo volvió a la isla, pensando que el animal habría muerto, y su sorpresa fue mayúscula, cuando se lo encontró vivo y coleando, feliz y sus heridas cubiertas de lodo; una vez que lo limpió descubrió que el burro se había curado, y ahí empezó la fama curativa de la Isla de A Toxa.

El litigio por la propiedad de la isla ha durado prácticamente desde el siglo IX hasta casi la actualidad. A raíz de descubrir la propiedades medicinales de la isla, se instaló en ella la famosa fábrica de jabones y productos naturales de belleza –que hoy ya no se fabrican allí– y el famosísimo balneario (hacia 1905), después de ello empezó una pugna por su propiedad:

En 1925 hubo un decreto en el que instalaciones similares en España pasaban a manos de los ayuntamientos a los que pertenecían administrativamente, sin embargo, A Toxa quedó excluida parcialmente.

Cuanto finalizó la guerra civil española, el grupo industrial Barrié de la Maza, posteriormente dirigido por los Condes de Fenosa, fue adquiriendo partes de la isla.

En 1966, siendo Manuel Fraga Ministro de Información y Turismo, se dictó un decreto por el cual se facilitaban las últimas expropiaciones de las parcelas que quedaban en poder del ayuntamiento, existía entre estas fincas hasta un campo de fútbol. Los propietarios donaron al ayuntamiento tres millones de pesetas por ello.

En los primeros años de la transición tras la muerte de Franco, se moviliza este ayuntamiento apoyándose en la existencia de un plan de ordenación de la isla, aplicando la Ley de Suelo de 1975, negociando directamente el alcalde con los propietarios de la isla, en aquel entonces la Condesa de Fenosa. Tras esta negociación el municipio recuperó doscientos veinte mil metros cuadrados de terreno, todas las zonas verdes de la isla, el diez por ciento del suelo edificable y pasó a ser propietario de las vías de comunicación, es decir, de las carreteras del interior de A Toxa.

Esta isla cuenta con varias instalaciones hoteleras, todas de alta categoría, igual que con un casino, campo de golf y el famoso balneario que se encuentra en el Gran Hotel.

Además podremos visitar su capilla recubierta de conchas de vieiras, en su interior está la imagen de la Virgen del Carmen dentro una gran vieira, y al otro lado San Caralampio, que dicen es el patrón de los borrachos (otros dicen que de los cojos).

Y desde luego ya que estamos en la zona, no debemos dejar de visitar O Grove, San Vicente do Mar, la playa de A Lanzada, la Ensenada de O Vao (humedal de los más importantes de Galicia), la Laguna de A Bodeira, o ir en paseo en barco, de hecho hay uno para tal fin que tiene el suelo transparente, para permitir observar los fondos.

Vídeo Isla de A Toxa

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