La Familia Churruchaos

Los Churruchaos fueron una de esas familias nobles gallegas, con más poder y posesiones en el reino de Galicia, allá por el silo XIV. Su nombre deriva al parecer de “Torrechanos”, el origen de esta familia estaba en Santiago de Compostela.

El Castillo de la Rocha Forte, también conocido como Castillo de los Churruchaos, es un yacimiento arqueológico en el que se encuentra en proceso de excavación uno de los castillos medievales más emblemáticos de la mitra compostelana, y en el que se constata un periodo de ocupación desde, aproximadamente, el año 1240 hasta 1467, año en el que fue destruido hasta sus cimientos por los irmandiños en la conocida como Gran Guerra Irmandiña.

Fue el escenario de destacados hechos de la historia de Compostela y, hasta su destrucción, un símbolo del poder señorial del arzobispo de Santiago y la opresión ejercida sobre los habitantes de las tierras pertenecientes al señorío.

Desde su destrucción su piedra fue reutilizada en diversas construcciones; con ella se construyó el castillo del Pico Sacro, hoy en día desaparecido, y otras construcciones llevadas a cabo en la ciudad de Santiago tras la sublevación contra el poder señorial, así como para la construcción de la propia catedral.

En el siglo XX la construcción de la línea del ferrocaril supuso la destrucción de una importante parte del yacimiento. Tras un largo periodo de olvido por parte de los especialistas, en el año 2001 se iniciaron una serie de excavaciones arqueológicas con el objetivo de estudiar el yacimiento y su posterior puesta en valor.

La Leyenda de los Churruchaos

La tradición popular transmitió estos hechos recogidos en la actualidad en diversas formas:

“Hace mucho tiempo hubo un capitán que tenía una hija muy hermosa y deseada por muchos hombres. El capitán tuvo que partir a guerrear a África, ocasión que aprovecha el arzobispo compostelano para raptarla, encerrándola en el Castillo de la Rocha Forte. En esta fortaleza habitaban los Churruchaos, una banda de asesinos y ladrones que asaltaban y robaban en toda la región protegidos por el arzobispo.

Tras tener conocimiento de todo esto, el capitán regresa a Santiago el día de la fiesta del Corpus Christi, durante la celebración de la tradicional procesión por la ciudad; al llegar a la Rúa de la Balconada el capitán en su caballo, y con la armadura puesta, arremete contra el arzobispo con su espada dándole muerte allí mismo, hechos que recoge una copla popular:

“Preto da rúa do Villar,

na rúa da Balconada, mataron al arcebispo

por celos de una madama”.
La tradición dice que, tras el crimen, la calle fue purificada con sal y cerrada para siempre.

A continuación se dirigió cara el Castillo de la Rocha, lo cercó y lo derrotó, dejando en él a todos los churruchaos muertos entre las ruinas del castillo.

Complemento de esta leyenda es el dicho de que en este lugar se ve, a veces, una gallina con pollitos de oro, llamada gallina de los Churruchaos y que sólo se deja ver por un momento y nunca se le vuelve a aparecer a la misma persona”.

Foto: Wikipedia / Lansbricae

Debe resaltarse que los Churruchaos no fueron los dueños y autores de los desmanes sino enemigos del poder arzobispal y por lo tanto del castillo y sus moradores.

La realidad sin leyendas

Los hechos reales que están detrás de esta leyenda ocurrieron en 1366, teniendo como escenario las luchas sucesorias entre Enrique II de Castilla de Trastámara y Pedro I de Castilla, el Cruel. En aquel entonces regía la sede compostelana Suero Gómez de Toledo. El rey visitaba Santiago de Compostela y el arzobispo lo recibió en sus puertas retirándose después a la Rocha Forte.

Los recelos por la simpatía que profesaba el arzobispo hacia Enrique hace que decidieran asesinarlo, citando al obispo después de la siesta. Entrando a la Plaza del Obradoiro fue acuchillado por Fernán Pérez Churruchao y Alfonso Gómez Gallinato, en presencia del rey, espectador privilegiado desde las achicharres de la Catedral. Se trató en realidad de un crimen, en definitiva, motivado más por intereses políticos que sentimentales.

Los recuerdos que recoge la tradición de los desmanes de las gentes del castillo ocurrieron previsiblemente desde su construcción pero especialmente son recordados los sucedidos en la primera mitad del siglo XV y que también recuerdan las testigos más viejos del Pleito Tabera-Fonseca.

Por último debe resaltarse que los Churruchaos no fueron los dueños y autores de los desmanes sino enemigos del poder arzobispal y por lo tanto del castillo y sus moradores.

Los Churruchaos en Pontevedra

El Palacio de los Churruchaos se encontraba al inicio de la calle Charino, en un solar situado entre las torres arzobispales y la puerta de Santo Domingo, y fue destruido a principios del siglo. No se ha podido encontrar una explicación a su denominación, pero sí se sabe que perteneció a los Soutomaior.

Vídeo del Castillo da Rocha Forte


Fonte Texto: Wikipedia

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