Dos pontevedreses, Tertulias de café y Carlos Gardel: El Tupi-Nambá

Foto: letras-uruguay.espaciolatino.com/

Tupí Nambá era el nombre de un célebre café, en Montevideo (Uruguay) fundado el 8 de mayo de 1889 por un pontevedrés , Francisco San Román, y su hermano anarquista, Severino San Román. Los dos eran originarios de de San Xoan de Panxón

El local se encontraba ubicado en la esquina de las calles Juncal y Buenos Aires, a pocos pasos de la Plaza Independencia. Su nombre alude a los indios tupí-nambás de la región de San Vicente, en el nordeste brasileño, primer lugar al que llegó desde España San Román.

La carta forrada en fino cuero ostentaba elegantes firuletes con especialidades y precios tan dispares como acomodados. La reina del pedido era, no podía ser de otra manera, el humeante café del Brasil. Pero también, producto de una época de bonanza, se importaba el café Moka directamente desde Arabia. Ambas clases de aromáticas bebidas se servían acompañadas de un azucarero de fino metal, higiénico invento de la casa. La propaganda ofrecía bebidas para todos los paladares, desde la clásica manzanilla Solera, de puro cuño español hasta el Jerez Tres Cortados, de procedencia Sevillana. Los que deseaban algo más espirituoso, acorde con veleidades artísticas o literarias, podían pedir un cognac Virgen o una bebida tan dulce como estimulante: un aguardiente anisado de Casalla. Aquellos que optaran tan solo por una bebida refrescante para combatir el calor de la tarde debían solicitar un sifón de soda y extracto de granadina de Kalifa, poderoso jugo con reminiscencias árabes. El whisky escocés Dun Spey era importado directamente por la casa, pero también se ofrecía una selecta nómina de marcas importadas.

Las damas y los estómagos flojos preferían el Jerez Quina, amargo licoroso y reconstituyente.

Los más golosos, que siempre los hubo, para culminar el aroma del café que refrendaban con el humo de habanos importados de Cuba, podían solazarse con estupendas barras de chocolates MENIER, que los hermanos San Román, los propietarios del café y del imperio comercial que lo circundaba, importaban directamente de Francia.

Muy pronto intelectuales, artistas y políticos convirtieron el Café en el escenario de sus tertulias.

Al cumplir 10 años , el 8 de mayo de 1899, San Román se asocia con su sobrino, Casiano Estévez, que continúa con el negocio después de 1911, cuando San Román se retira.

Esta nueva sociedad trae una nueva decoración por los artistas y estudiantes de la escuela de Artes y Oficios: sillas thonnet y mesas de mármol, mostrador alto, salones con ventanales grandes , espejos , cuadros, plantas y estatuas.

Hasta allí llegaron muchos de los representantes de la vanguardia modernista llamada generación del 900: Florencio Sánchez, Ángel Falco, Julio Herrera, Ernesto Herrera, Álvaro Armando Vasseur, el crítico Samuel Blixen.

En los alrededores de los años 20, nuevos personajes comenzaron a llegar: el poeta Juan Parra del Riego y su esposa la poeta Blanca Luz Brum, Eduardo Dieste, Vicente Basso Maglio , Emilio Oribe , Enrique Casaravilla Lemos. Los pintores Carmelo de Arzadun, José Cúneo y hacia los comienzos de los años 30, Carlos Gardel y sus compañeros de tertulias.

El Café cerró sus puertas en 1959 y finalmente fue demolido.

Fuentes: letras-uruguay.espaciolatino.com y Wikipedia

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