La Isla de Cortegada

Foto©Porgaliciabaixo// Vista Illa de Cortegada desde Carril

La Isla de Cortegada es quizá una de las más desconocidas del grupo que integran el Parque Nacional y Natural de las Islas Atlánticas, dándose además la circunstancia de ser seguramente la que se encuentra más próxima a la costa, ya que sólo la separan ciento noventa metros de Santiago de Carril (Vilagarcía de Arousa).

Ciento noventa metros empleados en su mayoría a la cría de la famosa almeja de Carril; es el llamado “Canle dos Viveiros” (Canal de los viveros), ciento noventa metros que hacen franqueable la isla con la marea baja.

El desconocimiento de esta isla está justificado en las últimas décadas por el carácter de su propiedad privada.Cortegada fue cedida y regalada por los propietarios (que eran los habitantes de la localidad de Carril) a Alfonso XIII para que se construyera allí una residencia para la Casa Real y para disfrute de ella en la época estival. Se llegaron a realizar planos de dicha residencia, aunque finalmente Alfonso XIII se decantó por el Palacio de la Magdalena en Santander.

En 1931 pasó a manos de la República, en 1958 pasó a manos, de nuevo de la Casa Real, concretamente a  Don Juan de Borbón, y este último en lugar de devolverla al pueblo que le correpondía,Carril, decidió venderla a la inmobiliaria santiaguesa Cortegada S.A. por un importe de sesenta millones  de pesetas en el año 1978.Esta inmobiliaria pretendía construir en zona tan privilegiada una urbanización de lujo y unirla con un puente a tierra (estilo la Isla de A Toxa). Hubo una oposición generalizada en la población contra este proyecto, y ya se intentó recuperar la isla por parte del Estado. Se formó una comisión de vecinos en defensa de Cortegada consiguiendo que se declarase Parque Natural, con esto se fueron al traste las pretensiones urbanísticas e inmobiliarias, aunque así y todo pedían una indemnización multimillonaria, muy superior a lo que ellos habían pagado a Don Juan de Borbón. Esta historia acaba con final feliz, expropiándola la Xunta de Galicia en el año 2007 y pagando por ella un millón ochocientos mil euros, pasando a ser ya de dominio público.

Y si hablamos de Cortegada, tenemos que hablar de Carril. ¿Por qué esta pequeña localidad quería ser residencia de la Casa Real? Para dar respuesta a esto tenemos que sumergirnos un poco es su historia.

Carril poseía puerto y ya importante y que esté documentado al menos desde 1512, siendo en el siglo XVIII su época de mayor esplendor. Santiago de Carril como indica su propio nombre está ligado a Santiago de Compostela (pertenecía a la entonces provincia de Santiago), y su relación con ella y su burguesía marcó su existencia durante siglos, era considerado el puerto natural de Santiago.

En 1801 se establece en la pequeña localidad (no tan pequeña para la época) una Aduana de segunda clase, se establecieron fábricas de curtidos, de salazón y hasta fundiciones. Recibían en sus aguas cargamentos de Rusia, América, Portugal, Inglaterra, Francia, Bélgica etcétera.
Era tal la importancia mercantil entre Santiago y Carril que la primera línea gallega de tren se construyó entre estas dos localidades.  A modo de comentario curioso decir, que el gerente de esta línea de ferrocarril (The West Galicia Railway Company) se llamaba John Trulock que se estableció en Padrón y era entonces el futuro abuelo del famoso y Premio Nobel Don Camilo José Cela Trulock.

Siguiendo con la historia de Carril explicaremos que su decadencia mercantil e industrial llegó con la máquina a vapor y en concreto con los barcos a vapor, al ser estos más grandes y en muchos casos con mayor calado, se les quedaba pequeño el puerto de Carril que estaba situado entre la propia Isla de Cortegada y en la desembocadura del Río Ulla; así que cuando “regalaron” la isla a Alfonso XIII, lo hicieron con la esperanza de relanzar la economía de la zona.

Pero Cortegada tiene su propia historia, estaba ya registrada por los romanos como Corticata. Contó con un Santuario al que peregrinaban ya en el siglo XIV. Hacia el 1600 se construyó un hospital que luego se convertiría en Lazareto para proteger a la población cercana de las epidemias (el Hospitalillo de Carril). Se pueden ver aún hoy restos de las casas de los habitantes en el sur de la isla, al igual que restos de lo que en Galicia llamamos “casa grande”, es decir, una casona con cierta entidad, también veremos restos de cuadras. Pero sin duda lo que más destaca son las ruinas del Monasterio Priorato de la isla donde se encuentra la Capilla de Santa María de Cortegada, con un precioso cruceiro.

Y a pesar de la historia de ventas y reventas e intentos de especulación urbana con la isla, todavía debemos dar gracias, porque precisamente al abortarse todas estas situaciones la isla ha conservado toda su naturaleza impecable y sin alterarse demasiado por la mano del hombre, y entre otras cosas cuenta por ello, con el mayor bosque de laurel de toda Europa, y más de cuarenta tipos diferentes de hongos, además de carballos (robles), eucaliptos, plátanos, pinos mansos . También podemos admirar fósiles de coral.

Este archipiélago lo componen la propia Isla de Cortegada, situadas en la parte oeste de la misma, Las Islas Malveiras (Malveira Grande, Malveira Chica y la Illa das Cabras) y Las Islas Briñas (A Briña y O Con Branco).

Vídeo: Carril e Cortegada

Comparte!!!

Relacionados