Los judíos gallegos (primera parte)

Ribadavia. Foto©Porgaliciabaixo

Se supone que los judíos están en Galicia desde el s.I después de Cristo, aunque el primer documento en los que se les cita está fechado en el s. XI encontrado en Celanova (Ourense).

En el s.IV se sabía que había comunidades no muy numerosas en Ourense, Tui, Lugo y A Coruña, igualmente que en la época de dominación sueva, en la que disfrutaron de libertad religiosa  en la se les permitió tener relaciones con cristianos y alcanzar también puestos elevados en las administraciones de la época. Incluso se cree, que en la época de persecuciones de hebreos en el reino visigodo, no las sufrieron en Galicia, o al menos no hay constancia de ello, quizá por lo pequeño de la comunidad, y porque también Galicia vivía un tanto distante de dichas administraciones.

Vino la época de las invasiones y dominio musulmán, en las que los nobles gallegos se limitaron como mucho a pagar los impuestos para no ser atacados, pero lo cierto es que poco se dejaron ver los musulmanes por nuestra tierra, y los judíos no sentían necesidad de apoyarlos como en el resto de la península, ya que aquí gozaban de bastante libertad y no se sentían oprimidos o atacados.

Y fue así como fueron prosperando en sus actividades comerciales y mercantiles, y crecen sus comunidades en los puntos que servían de unión Castilla y Andalucía (Al-Andalus) con Galicia; en las poblaciones del interior como , Ribadavia, Ourense, Allariz, Lugo, Monforte … E igualmente, era muy importante la cantidad de médicos hebreos en la ruta jacobea, tanto en los hospitales de peregrinos, como en los monasterios.

Ribadavia. Foto©Porgaliciabaixo

Era sustancial para los judíos el estar conectados con otras comunidades hermana o ‘alijamas’(1), contando el Camino de Santiago con numerosas juderías que intercambiaban información y mercancías.

A partir del s.XII aumenta la población judía en Galicia, un valor fundamental es que no existían conflictos y también al darse esta circunstancia era fácil realojarlos en Galicia, después de decretos como el de 1343 aprobado por las Cortes de Alcalá, una ley antijudía, en la que se planteaba que para la condonación de la deuda cristiana con los judíos, se les daba a estos la posibilidad de comprar tierras en el margen derecho del rio Duero.  Igualmente en Inglaterra corrían malos tiempos para ellos, siendo expulsados por orden del rey Eduardo I a finales del s. XIII, refugiándose muchos de ellos en Galicia.

Tampoco les ayudó la epidemia de peste negra en el s.XIV, de la que cómo no, se acusó a esta comunidad, y en muchos casos castigados por ello. Como resultado, los que pudieron se refugiaron en Galicia, donde no se actuaba contra ellos, es más, es en este siglo XIV cuando alcanzan su mayor esplendor en las juderías gallegas.

Y en medio de todo esto se produce la Revuelta Irmandiña, y aunque no se tiene constancia de la participación de la comunidad judía en ella, sí se cree que debió de apoyarla económicamente, ya que algunos de los nobles gallegos si que habían planteado su enfrentamiento a los judíos.

 Existe un documento exemplar asinado o 20 de maio de 1289 polo concello de Allariz e os seus párrocos, didiante do representante real na vila, con Isaac Ismael, “Xudeu Maor dos xudeus moradores en esta vila”, para regular a convivencia pacífica de cristiáns e xudeus. Moito despóis, cando se agudizan as tensións sociais a tolerancia chégase transmutar en fraternización. No Ourense do ano 1457 na festa de boda dun fidalgo ourensá, os cristiáns invitan ós xudeus, contradecindo a lexislación vixente, e conquiren ademais a reconciliación de dúas familias xudías enfrontadas; dez anos despois, en 1467, a dirección local dos irmandiños bota un pregón para que “leigos e clérigos, judíos e mouros, fosen derribar o castelo Ramiro”. Xa nos anos oitenta, o concello de Ourense se resiste a aplicar o decreto que obrigaba a afastar ós xudeus na rúa Nova (algún deles se refuxía en 1488 en Allariz para evitar dita marxinación). Así ata 1492.  

Os Reis Católicos decretan o 31 de marzal de 1492 a expulsión nos reinos de Castela e Aragón de tólolos xudeus que non se quiseran bautizar. Temos para nós que os máis dos xudeus galegos se converteron ó cristianismo, e seguiron a practicar clandestinamente a súa relixión coa conivencia dos seus veciños cristiáns. Outros se exiliaron para non renegar públicamente da fe dos seus maiores. Así o prateiro coruñés Isaac foi denunciado en 1493 por embarcarse para o exilio con ouro, prata e demais tesouros, o que estaba prohibido; non foi o único caso, os representantes reais en A Coruña, así coma mercaderes e capitáns de barcos do seu porto, resultaron ser cómplices da fuxida clandestina de xudeus galegos e doutros lugares. Na liña dunha tradición de convivencia que chocaba en Galicia coa tradición de persecución que tentaba impoñer o sonado decreto estatal e mailo establecemento da Inquisición. Faltaba en Galicia unha corrente de antisemitismo popular que servese ó Santo Oficio e ó novo Estado para apoiar e xustificar a súa laboura depuradora.

(Galicia Xudía) 

Ribadavia. Foto©Porgaliciabaixo

Es así como muchos de los judías gallegos se convirtieron al cristianismo para no abandonar su tierra en la que habían vivido tanto tiempo y pacíficamente, y las conversiones fueron masivas, y ante la duda de que muchos de estos judíos pudieran seguir practicando sus ceremonias, se instauró de forma permanente una ‘figura vigilante’  del Santo Oficio en Ribadavia, ya que era en esta localidad  donde se encontraban establecidas la alijama más numerosa e importante de Galicia.

De los que se fueron, lo hicieron en su mayoría a A Coruña, como vía para trasladarse a otras ciudades del Atlántico europeo y otros optaron por Portugal, de donde fueron asimismo expulsados posteriormente en unos pocos años.

Curiosamente muchos de estos judíos regresaron ya como cristianos nuevos, eligiendo principalmente el sur de Galicia como destino, arraigándose en Tui, Salvaterra, Ribadavia, A Guarda, Ourense, Pontevedra, Baiona, .. Y en Lugo, Santiago a A Coruña en menor proporción.

A la Inquisición “le costó” establecerse en Galicia, puesto que hubo una fuerte oposición por parte del pueblo pero también del clero gallego. Aún instalándose el Santo Oficio en 1562 no empezaron a actuar hasta 1575, y prácticamente un siglo después que en el resto de España; lo cual nos da una muestra de la fuerte oposición a la Inquisición en nuestro territorio.; y para suerte de los gallegos de la época, no era fácil que vinieran inquisidores, por el alejamiento y distancia de Galicia y porque sus miembros no eran nada queridos ni apreciados.

(1)El término aljama (del árabe ŷāma’aʻ, «conjunto de personas») en castellano ha sido tradicionalmente usado para referirse al conjunto de judíos o moros de una localidad (especialmente ŷāma’ al-yahud, «conjunto de los judíos»). En árabe, se llama ŷāmiʻ (castellanizado “aljama”)

¬ VER ARTÍCULO Los judíos gallegos (segunda parte)

 

 

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