Foto: Tui /Foto©Porgaliciabaixo
La realidad es que la Inquisición en Galicia no tuvo gran actividad en relación a los judíos .
Se registraron una condena a muerte en 1579; el período en el se da una menor persecución se encuentra entre los años 1638 y 1684; en los siglos XVII y XVIII aumentan los procesos antijudizantes, abriendo procesos en las comunidades de Santiago, Ferrol, Pontevedra, Baiona, Tui, Ribadavia, Verín y Ourense; comunidades que mantienen relación con otras de Burdeos, Amsterdam, Copenhague…
Por otro lado se pusieron en práctica los llamados ‘Estatutos de Limpieza’; en el cual se decretaba que sólo los cristianos viejos podían tener acceso a los puestos más altos de la jerarquía de la Iglesias Católica. En Galicia sólo se hicieron efectivos en Santiago debido al elevado número de grupos de conversos que pugnaban por alcanzar los puestos más relevantes en la Iglesia.
Según avanzaba el siglo XVIII fueron decreciendo este número de procesos, entre otras cosas, porque estos llamados cristianos nuevos fueron introduciéndose en la comunidad de los cristianos viejos, a través de matrimonios.
Los tiempos, sin duda, estaban cambiando igual que las mentalidades, y el Santo Oficio focalizó su atención en otros asuntos.
Las comunidades judías estaban constituidas por las conocidas como alijamas, que era un concejo que trataba los asuntos de la judería, al igual que recaudaban y distribuían los ingresos de los impuestos al igual que, representaban a la comunidad frente a otras alijamas y otros tribunales cristianos.
La autoridad máxima era el rabino o Rabi, la justicia estaba en manos de los Dayaním, y la figura superior de la jerarquía que se ocupa de los temas religiosos y civiles es el Nassi. En la sinagoga era el centro de reunión, donde se administra justicia, donde se ocupaban de estudiar el Talmud y la Torá.
Eran conocidas las sinagogas de A Coruña, Ares, Sobrado, Ribadavia, Ourense, Allariz; dándose un dato curioso en Galicia, cuando en 1492 se expulsó a los judíos las sinagogas desaparecieron, mientras que en el resto de España se reconvirtieron en iglesias.
La vocación mercantil de los judíos coincide igualmente con las rutas comerciales, así en el norte estaban vinculadas entre ellas las juderías de Astorga, Sobrado, Santiago, Mondoñedo, A Coruña, Viveiro y Ribadeo. Mientras que en las del sur conectaban Allariz, Ourense, Celanova, Monforte, Ribadavia, Vigo, A Guarda, Tui y Pontevedra,.
Hay que destacar que los poderosos monasterios como el de Celanova y Sobrado, de alguna manera ejercían su protección sobre estas juderías.
La mayor comunidad se encontraba en Ribadavia, en la que un 60% de la población era judía. Le seguía A Coruña, Allariz, Monforte y Tui.
La sinagoga de Tui se nombra en los documentos como “Tourá” y no como sinagoga. Este documento confirma la ubicación de la sinagoga en la “Rúa da Oliveira” ; calle que comenzaba junto a la muralla de la ciudad y terminaba en la Plaza del Concello, muy próxima a la catedral.
Los judíos se vieron casi literalmente obligados a ser comerciantes, ya que prácticamente no se les permitió poseer tierras, y los cristianos tampoco es que ayudaran mucho, al no querer consumir productos cultivados por los semitas por considerarlos impuros. La situación de hallarse con demasiada frecuencia en situación de éxodo, les hizo acostumbrarse a hacer aprovisionamiento de metales nobles, que siempre conservaban su valor y podían llevarlos consigo siempre que lo precisarán.
Tuvieron especial importancia en el sector de vinos y paños en el Camino de Santiago, igualmente destacan en las villas marítimas con sus relaciones mercantiles con otros territorios atlánticos y mediterráneos; y aún hoy es de resaltar su influencia. Así tenemos que la comercialización del vino del Ribeiro fue muy potenciada por los judíos, otro tanto de lo mismo ocurrió con el vino de Oporto, impulsado por mucho de los judíos gallegos expulsados en su momento y que se refugiaron en Portugal, dándose la circunstancia de que un gran número de las bodegas de este vino son de origen judío.
También establecieron y desarrollaron una importante flota pesquera. Si hablamos del sector artesano, destacan como joyeros y plateros, con gran prestigio y fama.
Otras actividades profesionales tradicionales en esta comunidad, eran las de la abogacía y la medicina; a tal punto que en algunos procesos, los inquisidores que juzgaban a médicos judíos, consiguieron que no los condensen porque poseían gran prestigio en sus pueblos, apoyándonos las gentes de los mismos.
Curiosamente la tolerancia de los gallegos con los judíos ha sido excepcional, y casi única, frente al resto de Europa; pero se ha diluido y casi no se ha tenido en cuenta, al incluirlo en la Historia de España y al estar Castilla en el polo opuesto, siendo implacable.
En líneas generales y salvo unas pocas excepciones en Galicia, judíos y gallegos convivieron en paz durante varios siglos.
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