Foto facilitada por el autor del artículo
(O texto está escrito en español, respéctase o idioma de orixe)
En la historia de Pontevedra cabe reseñar el nombre de una figura un tanto olvidada, me refiero a Diego Pazó, desarrolador de los motores marinos Pazó, que llegaría a convertir a Pontevedra en un referente para la flota pesquera de nuestras rías.
En un momento de la historia pesquera, en los años cuarenta y cincuenta, fue clave; en la postguerra no se podían importar motores marinos, entonces los pescadores sólo podían emplear la vela o el remo, Diego Pazó diseñó y construyó motores marinos de hasta 500 caballos, el mérito es que él diseño y fabrico en la misma empresa desde la fundición hasta el último tornillo.
Se puede decir sin duda alguna que estos motores revolucionaron la pesca gallega e incluso después los mismos se vendieron al resto de España, Marruecos y Portugal.
Diego Pazó tuvo además la iniciativa de financiar la compra de los motores, en ese momento los bancos no daban créditos a los pescadores, y él les vendía el motor.
Luego lo iba cobrando a medida que los pescadores iban faenando, le entregaban lo que podían, y el los financiaba sin aval, algo impensable para los bancos de la actualidad.
La primitiva factoria se encontraba en donde hoy está el edificio en cuyos bajos esta una tienda de ropa para novias que hace esquina con la bajada de S.Roque y Corbaceiras.
Más tarde se trasladó a la zona que está al lado del puente de la Autopista, donde hoy existe un edificio en cuyos bajos está “Comercial Babío”.
En el recuerdo tengo presente el viejo automóvil con matrícula PO2, un Renault de 1902 que poseia la familia, uno de los primeros que se vieron rodar por Pontevedra y que durante muchos años lo podíamos ver en desfiles y acontecimientos festivos por la ciudad, y que según tengo entendido se quemó en un incendio.
