Pontevedra – Orígenes II (El Primer Asentamiento)

El círculo señala el emplazamiento primigenio de nuestra ciudad. Lugares donde se han encontrado restos de poblados castreños (puntos negros) y hallazgos altomedievales (triángulos).

Según los restos arqueológicos encontrados en nuestra ciudad, no es hasta la llegada de los romanos cuando se produce un primer asentamiento humano, antes de ellos aquí no hubo nada y hasta mucho después de ellos tampoco.

Este es por lo tanto, el primer asen­tamiento del que se tienen pruebas sólidas y que se considera como punto de partida de nuestra historia; anterior a ello no se ha encontrado resto alguno, ni del castro ubicado en Santa María, como aseguraba Murguía, ni del de San Francisco, como dieron por hecho otros historiadores con posterioridad. Hasta la fecha, no se han encontrado restos que así lo puedan atestiguar. La tierra no era fértil y el emplazamiento no era el más idóneo para una economía de subsistencia, que era la que predominaba en la época prerromana; solo con la llegada de estos, alcanzó un valor estratégico y comercial con la construcción de la calzada y el puente romano.

Así pues, es con la invasión romana cuando comienza nuestra historia y podemos decir, después de las excava­ciones realizadas en 1988 en la cabecera sur del puente del Burgo, del hallazgo del miliario de Adriano y del estudio realizado por el arqueólogo Antonio de la Peña; que el origen de Pontevedra está vinculado a la existencia de un antiguo puente que formaba parte de la vía romana XIX, “Bracara Augusta – Asturica Augusta” (Braga – Astorga) y de una mansión a la que denominaban “Turoqua”, situada entre “Burbida” (Villar de Enfesta) y “Aquis Celenis” (Caldas), como se refleja en el “Itinerario de Antonino”.

EL “ITINERARIO DE ANTONINO”.

El denominado “Itinerario de Antonino” es el documento clave que nos permite conocer las principales vías de comunicaciones terrestres en la época romana.

En este documento aparecen reseñadas 372 vías terrestres, de las cua­les 34 corresponden a Hispania y 4 al territorio galaico. Estas enlazaban los tres principales centros administrativos del noroeste peninsular: Bracara Augusta (Braga), Lucus Augusti (Lugo) y Asturica Augusta (Astorga).

DE AD DUOS PONTES A TUROQUA.

Según se refleja en el “Itinerario de Antonino”, la Vía XX Per Loca Maritima, enlazaba Aquis Celenis (Caldas de Reis) con Lucus Augusti (Lugo), una vía costera que se adentraba en territorio coruñés y que consta­ba de los siguientes núcleos de población (mansiones), con sus correspondientes distancias en millas (milia passuum):

Aquis Celenis – Vico Spacorum – Ad Duos Pontes – Grandimiro – Atricondo – Bri­gantium – Caranico – Lucus Augusti.

La presencia en esta vía de dos mansiones consecutivas con nombres tan sugerentes como Vico Spacorum y Ad Duos Pontes indujo a la práctica to­talidad de los autores que han tratado el tema de las vías romanas en Galicia a optar por el camino más fácil, identificándolas, sin más labor de investigación, con las actuales ciudades de Vigo y Pontevedra, a pesar de encontrar como primera localidad a la denominada Aquis Celenis que con total seguridad era el nombre romano de la actual Caldas de Reis y que estos autores resolvieron diciendo que el itinerario estaba equivocado al mencionar Aquis Celenis antes de Vico Spacorum y Ad Duos Pontes. Y así Pontevedra quedará vinculada en toda la historiografía tradicional a la mansión romana de Ad Duos Pontes de la Vía XX Per Loca Maritima, criterio universalmente admitido en palabras de un erudito local.

Otros autores, con López Ferreiro a la cabeza, aportaron conclusiones más lógicas pero con escaso éxito. Este sabio canónigo compostelano mantuvo que la Vía XX Per Loca Maritima arrancaría de Aquis Celenis (Caldas de Reis), como indica el “Itinerario de Antonino”, para adentrarse en territorio coruñés, situando en los alrededores de Noia las mansiones de Vico Spacorum y Ad Duos Pontes, aportando datos que así lo respaldaban.

Recorrido de la Vía XX Per Loca Marítima del Itinerario de Antonino.

Esta es la opción que parece ser la correcta, por lo que entonces ya nada tendríamos que ver con la Vía XX ni con la mansión de Ad Duos Pontes. Aunque a pesar de ello, la práctica totalidad de autores se mantendrían apega­dos a la versión Pontevedra-Ad Duos Pontes-Vía XX.

Si ahora nos centramos en la Vía XIX, tenemos que partiendo de Braca­ra seguiría el siguiente itinerario:

Limia – Tude – Burbida – Turoqua – Aquis Calenis – Iria – Assegonia – Brevis – Marcie – Lucus Augusti – Timalino – Pon­te Neviae – Uttaris – Bergido – Interamnio Fluvio – Asturica Augusta.

Nos encontramos con emplazamientos que hoy sa­bemos con total seguridad cual es su nomenclatura en la época actual. Sabemos de lo raciona­les que eran los romanos cuan­do trazaban sus vías principales de comunicación, primando ante todo las cuestiones estra­tégicas.

Recorrido de la Vía XIX del Itinerario de Antonino.

Solo razones de fuerza mayor, de las que no tenemos conocimiento, obligarían a los ingenieros roma­nos a desechar para el trazado de una vía principal entre Tui y Caldas de Reis las inmejorables condiciones topográficas que ofrece la llamada Depresión Meridiana que se abre entre esas localidades siguiendo una marcada dirección rectilínea Sur-Norte y por la que con el paso del tiempo siguió la ruta jacobea portuguesa en la época medieval y la actual carretera nacional 550; a esto hay que añadir más de una veintena de miliarios encontrados a lo largo de esta de­presión natural, los únicos descubiertos en todo el territorio provincial.

Descartado el emplazamiento de Ad Duos Pontes para nuestra ciudad, llegamos a un decisivo hallazgo en las excavaciones arqueológicas realizadas en el año 1988 en la cabecera meridional del puente del Burgo, dirigidas por el ar­queólogo Antonio de la Peña Santos; el descubrimiento a unos tres metros de profundidad de un miliario del emperador Adriano datado en el año 134 d.C. La inscripción de este miliario nos desveló que en el año 134 de nues­tra Era (que fue cuando el emperador Adriano ostentó por decimoctava vez la potestad tribunicia) una vía romana transcurría por este punto y se encontraba a 96 millas de Lugo.

Las inmediatas investigaciones y los estudios realizados por el arqueó­logo Antonio de la Peña en base a los miliarios encontrados a lo largo de la vía y a las distancias en millas pasadas a kilómetros, determinaron unos datos que a día de hoy son los que prevalecen, ya que todos los indicios racionales apuntan en una única dirección: la mansión romana Turoqua, de nombre al parecer de raíz indoeuropea, vinculada a la Vía XIX Bracara-Lucus-Asturica se emplazaba en pleno casco histórico de nuestra ciudad. Por lo cual se puede deducir que los orígenes de Pontevedra parecen estar íntimamente relacionados con esta mansión romana.

Hito señalizador de la Vía XIX

No se sabe con certeza que entidad tendría, ni del tiempo que llegó a estar habitada; si bien se puede decir que fue sobre la mitad del siglo I d.C. y hasta el siglo V d.C., sobre unos 400 años. Este es por lo tanto, el primer asen­tamiento humano del que se tienen pruebas sólidas y que se considera como punto de partida de nuestra historia. Tras la caí­da del Imperio romano, sin un estado que velase por la paz y la conservación de caminos que favoreciese el comercio, hicieron imposible el mantenimiento del puente, y el abandono y la ruina se supone que fue total. La antigua mansión romana fue abandonada y olvidada, hasta el punto que su denominación primi­tiva se pierde y cuando las fuentes medievales se refieren a este lugar tendrán que acuñar una nueva locución, el lugar donde se encontraba el puente viejo, Ponte Veteri (Pontevedra).

Bibliografía.-

DE LA PEÑA SANTOS, ANTONIO. JUEGA PUIG, JUAN. LÓPEZ DE GUEREÑU POLÁN, LUIS.

– Historia de Pontevedra. Vía Láctea Editorial. 1996.

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